Gay ya aprendió a convivir con la amenaza del despido el curso pasado y ahora lleva toda una Cuaresma con esa espada, en mayor o menor medida, sobre su cabeza. A estas alturas y contando siempre con el carácter imprevisible de Agapito, negar que está expuesto a ser despedido si llega una derrota ante el Sevilla sería un ejercicio de hipocresía que el técnico no hace. Por eso fue muy claro ayer: "Sí siento que me juego algo más, es evidente que es así. Se está cuestionando al entrenador desde hace semanas, lo que no va a cambiar ni mis planes ni mi forma de actuar, pero entiendo que si no somos capaces de ganar correría peligro mi puesto. Lo entiendo y lo asumo, porque es mi responsabilidad, pero la decisión no la tengo yo", aseguró el entrenador zaragocista, que tuvo la ocasión de charlar con Agapito en la sesión de ayer y "ha estado bien, como siempre"

Fuera esa conversación más o menos tranquila, el técnico tiene asumido que se la juega, que el varapalo en la Copa ha aumentado su situación en el alambre, del que puede caerse en caso de derrota. El problema es que visita La Romareda el Sevilla y "el rival es muy difícil, de los que parecía una alternativa a Barça y Madrid. Está cuajado de muy buenos jugadores y nosotros tenemos que hacer un partido grande, casi lo titularía de heroico para engancharnos a ese grupo que van a disputarse la categoría con nosotros". Gay avisó de que no se fía de la "estadística falsa" que presenta el Sevilla, que ha perdido en sus tres últimas salidas. "Pueden ganar en cualquier campo".

Aun así, el técnico trató de mandar un mensaje alentador, aunque con menos convencimiento que otros días. Esa eliminación a manos del Betis ha hecho mucho daño a un equipo que trataba de levantarse. "Lograr la primera victoria en Liga ante el Mallorca fue una gran alegría o incluso emoción y supuso después un palo muy duro la eliminación. Esa alegría pasó a segundo plano, pero hay que volver a levantarse, estar fuertes. Este equipo ha demostrado que sabe sobreponerse de golpes duros. Y estoy confiado en que sea así".

Gay estará pendiente de Obradovic, Lanzaro y Contini, aunque los dos primeros parece seguro que jugarán, y por eso no quiso aclarar si apostará por mantener un esquema de tres centrales que parece fijo, salvo que las molestias lo impidan. Sí dejó entrever el regreso de Obradovic al carril y dejó claro que "vamos a sacar un equipo competitivo, aunque hasta antes del partido no sabremos qué jugadores podremos elegir". En esa elección no entrarán los tres jugadores del filial --José, Kevin e Ismael-- "Van a estar los tres en el banquillo si Contini no puede. No saldrán de inicio".