Desde el Puente de Piedra se veía brillar El Pilar en el Ebro ante la estupefacta mirada de Miguel Lamperti, jugador argentino que fue uno de los encargados de promocionar el Open de Zaragoza de pádel. «Qué maravilloso sol tienen aquí», decía el compañero de Juan Mieres, admirado también desde que cruzó los dos imponentes leones de bronce que vigilan San Gil. Sabían ambos que ayer eran actores secundarios. Es la semana de las gemelas atómicas, que quieren levantar también en casa un título del World Padel Tour. No sería raro. Llevan siete triunfos consecutivos. Son las mejores, la pareja número 1 del mundo, y han vuelto a casa con un solo objetivo: ganar.

Por el puente de los leones pasó hasta el alcalde, Pedro Santisteve, que se atrevió a coger una pala para pelotear con las hermanas. El pádel no es lo suyo, quedó claro. De las tres bolas que pusieron en juego, Santisteve envió dos al Ebro. «¿Jugás al béisbol, alcalde?», le bromeó Lamperti. Luego se puso a hablar de la contaminación de las aguas, del ICA que tan de moda está estos días. Casualidades del momento. Dos turistas japonesas buscaban las pelotas río abajo. «Comida para los siluros», les resumió socarrón un señor con acento baturro.

No hubo palabras municipales del torneo de pádel, aunque tampoco hacían falta. Para eso estaban las hermanísimas. Primero Majo: «Desde que sabemos el calendario a principio de año, estamos esperando que llegue esta fecha. Esta temporada nos está yendo muy bien, pero hemos trabajado duro estas semanas para tratar de reflejarlo sobre la pista ante nuestro público. Estamos con muchas ganas de que llegue el jueves», día del debut. Jugarán los octavos de final en el Pádel Zaragoza a las siete de la tarde. Un día después se las espera en la jornada de mañana en el Príncipe Felipe.

Son claras favoritas al triunfo tras una temporada intachable, pero advierten: «Hay una presión añadida por jugar en casa. Tenemos una espinita clavada del año pasado y vamos a intentar resarcirnos de esa derrota en la final. Llevamos siete torneos seguidos, pero queremos el octavo en Zaragoza», dijo Mapi, que explica la clave del éxito: «El trabajo, sobre todo. Disfrutamos con un juego agresivo y este año se está notando el despliegue físico que estamos haciendo. Se están dando los resultados y ojalá sigan aquí, donde tanto se vuelca todo el mundo con nosotros».