Un gran gol de James Rodríguez en los momentos de más dificultad en el Santiago Bernabéu del Real Madrid desde la llegada de Zidane y un doblete de Cristiano Ronaldo, sacaron airoso al equipo blanco de un duelo trepidante ante el Athletic que puso en apuros a base de presión a un rival que resucitó con el tanto del colombiano.

Parecía que una nueva salida al gusto de Zinedine Zidane, con intensidad, mordiendo al rival y marcando pronto para jugar en casa con todo de cara marcaría un nuevo triunfo del Real Madrid en el Santiago Bernabéu. No fue así pese a que Cristiano abría el espectáculo a los tres minutos de alzarse el telón. En esta ocasión el rival subía el listón. Un Athletic valiente, con planteamiento notable de Valverde, examinaría la solidez madridista.

La ausencia insustituible de Marcelo dejaba a Zidane sin su único lateral zurdo nato. La confianza y la falta de ella en Carvajal y Danilo provocaba que fuese el canterano el que se desplazase al costado izquierdo. El gol en contra no frenó al Athletic. El tanto del empate llegó con un regalo en la falta de entendimiento entre Varane y Keylor Navas. El central francés erró al ceder hacia su portería y el portero precipitó su salida. Eraso marcó a placer, a puerta vacía.

El duelo adquirió un ritmo frenético, se perfilaba como el más complejo desde la llegada de Zidane, que veía como Keylor Navas volaba para salvar un cabezazo de Aduriz a otro centro desde la banda que debía tapar Danilo. En el otro área el más insistente era Cristiano. Picado en su orgullo ante las dudas, mostraba que aún desborda rivales y cada acción probaba a Iraizoz.

Restaban siete minutos para el descanso y no hubo tregua. El castigo excesivo para un buen Athletic llegaba cuando los equipos estaban a punto de dirigirse al vestuario. Cristiano cedía a Kroos, libre de marca, que con comodidad se giraba y sacaba un derechazo potente a la red. En la segunda, sintiendo menos presión, tocó con más continuidad sacando provecho del desgaste físico realizo por el Athletic, que nunca se rindió.

Las ocasiones se redujeron, con la mente de los madridistas inevitablemente en el regreso de la Liga de Campeones y su partido en Roma de octavos de final. Lo siguió buscando Cristiano, que consiguió anotar el 3-1, logrando su doblete. El cuarto fue obra de Kroos para firmar la sentencia del encuentro. Elustondo acabó marcando sobre la hora cuando el duelo ya estaba sentenciado. Cristiano había firmado su doblete y el Real Madrid mostraba que en el Santiago Bernabéu es altamente fiable. Al Real Madrid de Zinedine Zidane le falta por corregir su falta de continuidad a domicilio.