La gesta y la historia se dieron cita en el Camp Nou, en una de esas noches que enamoran a los aficionados al fútbol. Un gol de Sergi Roberto con el partido y la eliminatoria agonizando desató la locura en el abarrotado estadio culé, donde el Barcelona protagonizó una remontada hasta ahora nunca vista en la historia de las competiciones continentales, ya que volteó el 4-0 de la ida con un 6-1 tras conseguir tres goles en los últimos siete minutos del encuentro.

Después de un gran partido en el que se pusó 3-0 y cuando el conjunto de Luis Enrique solo necesitaba un gol para forzar la prórroga, un gol de Edinson Cavani a media hora del final parecía acabar con las esperanzas de los azulgrana, que necesitaban otros tres goles más para meterse en cuartos de final.

El Barça creyó cuando peor lo tenía. El PSG se había rehecho, pero entonces apareció el talento y la persistencia del equipo de Luis Enrique, un técnico que desde hace días anunciaba que su equipo tendría su momento en el partido, y no se equivocó.

Con 3-1, hasta el minuto 88, la suerte parecía echada en favor de los parisinos y el fútbol culé, con más desesperación que toque, hizo presagiar que el equipo francés lograría el ansiado pase. Entonces emergió Neymar, que acertó en un perfecto lanzamiento de falta para marcar el 4-1 y, en la siguiente acción, Luis Suárez se dejó caer en el área ante Marquinhos, el colegiado picó y el brasileño acertó desde el punto de penalti. Restaba el descuento para la épica.

Cinco minutos de añadido dieron para mucho. El Barça se volcó, Gerard Piqué jugó de nueve y Ter Stegen fue a rematar un par de acciones, una incluso cojo. Cuando el tiempo se consumía, Neymar puso un balón en el área, la defensa del PSG se quedó inmóvil y Sergi Roberto metió la puntera para desatar el delirio en el Camp Nou.

Gran comienzo / El Barça remó y creyó en sus posibilidades desde el primer minuto. Luis Enrique dispuso una alineación muy ambiciosa y el equipo azulgrana salió como un cohete. Dibujó Emery un planteamiento muy conservador con cinco medios y cuatro defensas, y cuando los parisinos quisieron darse cuenta ya perdían por 1-0 y solo se habían disputado tres minutos.

El balón no le duraba nada a los franceses, que no podían combinar ni un pase. El Barça, sin desesperarse, buscaba espacios, pero no acababa de encontrarlos, tampoco aparecía Messi que, de mediapunta, se perdía entre la densa defensa del PSG.

Si el 1-0 llegó en una acción de nueve de Suárez, el 2-0 se produjo en una acción de fe de Andrés Iniesta. El capitán del Barça fue a buscar un balón en el área que había dejado pasar Suárez y tocó el balón con el talón para ponerlo dentro del área. Kurzawa, que pasaba por allí, despejó y se introdujo el balón en su portería.

Con la mitad del partido jugado, el Barça tenía la mitad del trabajo hecho, todo parecía perfectamente calculado, pero saltó por los aires a los cinco minutos del segundo tiempo, cuando los azulgranas marcaron el tercero de penalti. Fue en una acción de Iniesta sobre Neymar, resbaló Meunier y cayó el brasileño. El árbitro inicialmente no señaló nada, pero a instancias del juez de gol sí lo hizo. Messi no falló y con 40 minutos por jugar, al Barça le faltaba un tanto para igualar la eliminatoria.

Todo se puso cuesta arriba con el gol de Cavani en el minuto 62 tras un error en la marca de Rakitic. El paso de los minutos y la poca capacidad de reacción del Barça no presagiaban una remontada. Sin embargo, Sergi Roberto hizo historia.