Poco agradable fue la jornada dominical para el Fuensport, un humilde equipo de Teruel que se enfrentaba al Casetas en el grupo 2 de Regional Preferente. El partido finalizó con 7-0 a favor de los zaragozanos, en un partido en el que el Fuensport no pudo calentar antes del choque. Eso sí, el Fuensport dio una lección de humanidad.

El conjunto dirigido por Dani González se encontró con un accidente de tráfico en el límite entre las provincias de Teruel y Zaragoza y el autobús que llevaba al Fuensport fue el primero en socorrer a los dos vehículos. Uno de ellos se encontraba volcado en la mediana y el otro fuera de calzada en un campo anexo. «Hicimos lo que hubiese hecho cualquier persona, sin pensar en que teníamos un partido. En cuanto paró el autobús unos fueron a parar el tráfico, otros a un coche a socorrer a los accidentados y otros al otro coche», cuenta Rodríguez. Por suerte no ha habido que lamentar males mayores.

Tras estar alrededor de 45 minutos parados, una vez llegaron la Guardia Civil y los Bomberos reemprendieron la marcha y avisaron a los colegiados y al equipo rival de la tardanza. El trío arbitral dijo al club en un primer momento que tuvieran la mayor celeridad posible ya que a las 16.30 horas debían estar en Pinilla, campo del CD Teruel, para dirigir el encuentro entre los locales y el Tamarite de Tercera.

Tras adelantar las fichas por Whatsapp, los colegiados volvieron a llamar para pedir a los jugadores que se cambiaran en el autobús, pero el Fuensport se negó. Una vez llegó el autobús al campo, unos 10 minutos antes de la hora prevista para el comienzo del partido (11.30 horas), los árbitros se encontraban esperando en la puerta e instaron al equipo turolense a cambiarse de ropa lo más rápido posible para comenzar ante la amenaza de suspender el encuentro.

Tras ello, «a Sánchez López, uno de los linieres, me lo encontré dentro del vestuario metiéndoles prisa a mis jugadores. Le saqué y le dije que no podía entrar, él le comentó a sus compañeros: ‘A éste nos lo cargamos rápido’. Eso lo escucharon el segundo capitán y otros jugadores», relata el entrenador. Finalmente, sin poder calentar y con la cabeza en otra parte por todo lo acontecido, el Fuensport recibió una goleada que no empaña su gran gesto con los accidentados.