Obligado a ganar siempre, esa responsabilidad deviene aún más acuciante para el Barça después de dos derrotas y un empate. Y, sobre todo, ante su segunda comparecencia consecutiva en el Camp Nou y en el estreno de la Champions League, Guardiola mostrará otra alineación, muy diferente a la del sábado, en otro giro del técnico para forzar una reacción inaplazable. Los azulgranas parten con una desventaja nada preocupante en la Liga --a cinco puntos del Espanyol, el líder, con 36 jornadas por delante--, pero un tropiezo en Europa en una liguilla de 6 encuentros sería más grave.

Todavía no existe preocupación en el vestuario, pero sí "incomodidad" y la sensación de que sumar esta noche (20.45 h. Antena 3) ante el Sporting de Lisboa la victoria "es fundamental" para despejar las nubes que aparecen en el horizonte. Guardiola admite que el análisis de su trabajo se remita a los resultados --"me guste o no, es así en esta casa y también en el deporte de élite"-- pero volvió a repetir que está muy satisfecho por las prestaciones del equipo y de sus hombres. Incluso de los más discutidos, como Etoo, que no ha marcado desde el 13 de agosto, como Henry, al que descartó el sábado, y como Abidal, silbado ante el Racing de Santander. Les defendió, pero al defensa francés lo borró de la convocatoria. Sylvinho ocupará su puesto. Sergio Busquets, el más destacado del último encuentro, corrió la misma suerte que Abidal: se sentará en la grada.

Márquez y Henry reaparecerán. Igual que Iniesta y Messi, que jugaron en el segundo tiempo ante el Racing. Recuperará a cuatro titulares, aunque Guardiola subrayó que da la misma consideración a las estrellas que a los canteranos. La prueba se vio ayer: cayeron Abidal, un fichaje de 15 millones de euros de la pasada campaña, y Busquets.

"Cuando digo que tengo una plantilla muy buena, lo digo también por Busquets, Pedro o Víctor Sánchez", proclamó "y no los pongo porque sean canteranos sino porque son buenos. Sé lo que me pueden dar. Jugarán bien o mal, pero como los demás, como cualquier extranjero", sostuvo. A ellos no iban dirigidas las críticas, sino al entrenador. Y Guardiola lo acepta. Es uno de los peajes de ser técnico del Barça. Y especialmente por hacerlo él, debutante en Primera. Una etapa que ya ha superado Paulo Bento, su homólogo del Sporting, que augura una fructífera labor de Guardiola. "Pero deseo que no empiece contra nosotros", dijo el portugués.

JUEGO Y RESULTADOS También el técnico azulgrana cree que superará el mayúsculo reto que afronta. Hoy debutará en la Champions League. Por la fe que tiene en la plantilla, básicamente. Convencido de que su Barça juega bien, aseguró que las victorias empezarán a llegar si el equipo mantiene el mismo nivel. Siempre que consiga marcar goles, claro. Objetivo ineludible.

"El buen juego y los resultados se retroalimentan; cuando ganas sin jugar bien, al final pierdes, y si vas jugando bien, acabas ganando", explicó, resistiéndose a pedir paciencia a la grada para que pueda consolidarse su propuesta. No ha llegado el momento de replantearse sus ideas y sus perspectivas. Así lo asegura. "Como no puedo prever lo que va a pasar, focalizo mi atención en el partido contra el Sporting de Lisboa, en cómo atacar su defensa y cómo contrarrestar sus puntos fuertes, darle intensidad al juego y ritmo al partido y, sobre todo, vencer", terminó Guardiola.