El día después a una jornada de descanso suele ser terrible para muchos corredores. Acostumbrados al esfuerzo diario, las piernas se dilatan tras un día de reposo en el que solo se suele pedalear a ritmo cicloturista y para no aburrirse mucho en el hotel. Hace dos años, en una jornada parecida a la de este martes, se ahogaron todas las ilusiones de Mikel Landa. Que si no había descansado bien, que si llevaba las tripas revueltas... aceleró el pelotón, se quedó cortado, comenzaron a caerle minutos y se fue para Vitoria.

A Esteban Chaves, al que todos llaman 'Chavito', que corre siempre con la sonrisa en la cara y con la ilusión de Colombia en su bici, le ha pasado una cosa similar, aunque al menos sigue en carrera. Desde Italia se apuntó a que había quedado fulminado por la alergia y, por esta razón, se cortó en el primer toque de peligro de la etapa más larga de esta edición del Giro, con 244 kilómetros. Fue imposible resucitar. Empezaron a caerle los minutos y llegó a la meta de Gualdo Tadino, en la región italiana de Umbria, a más de 25 minutos de quienes habían sido sus rivales en la lucha por la 'maglia rosa'. Desapareció de la tercera plaza, un puesto de honor al que se había aupado tras triunfar en la cumbre del volcán Etna por delante, y con permiso, de su compañero británico en el Mitchelton Simon Yates, el líder. Se desvaneció el sueño del conjunto australiano de tener a dos corredores con opciones de ganar la carrera.

Triunfo de Mohoric

Ganó fugado el prometedor ciclista esloveno Matej Mohoric, Tom Dumoulin se llevó un buen sobresalto por una tonta caída a 15 kilómetros de meta y Chris Froome, por un día, llegó a meta sin ninguna novedad negativa.

Todas las clasificaciones en la página oficial del Giro.