El Gobierno se apresuró ayer a condenar los incidentes que se produjeron el sábado en el Camp Nou durante el Bar§a-Madrid y en reclamar a los responsables de los clubs un esfuerzo para promover la cordura. Las intervenciones del vicepresidente primero, Mariano Rajoy, y del ministro del Interior, Angel Acebes, cuestionaron indirectamente la actuación de la directiva del Bar§a. El club, en cambio, insiste en que se tomaron todas las medidas de seguridad sugeridas por la policía y considera que no hay motivos para cerrar el estadio.

El derbi ya se ha convertido en una cuestión de estado, algo que no siempre se ha producido en casos similares. El Ministerio del Interior, por ejemplo, rehusó investigar si hubo pasividad policial con los ultrasur en los incidentes que se produjeron cerca del Bernabéu el pasado 1 de mayo antes del partido de la Liga de Campeones contra el Bar§a, y en que varios periodistas fueron agredidos. Ahora, el Gobierno ha querido utilizar este episodio para dar un toque de atención al fútbol. A pesar de no hacer referencias directas al Bar§a, inevitablemente, el club azulgrana ha sido el blanco de los reproches.

RESPONSABILIDADES Así, en declaraciones a Radio Nacional de España, el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, hizo un llamamiento general "al sentido común" pero a la hora de exigir responsabilidades dejó en segundo plano a los autores materiales de los incidentes. "En esta vida las responsabilidades van parejas al lugar que ocupa cada uno en la sociedad. En el fútbol ocurre lo mismo. No es lo mismo la responsabilidad que pueda tener un hincha de un club, que la que tiene su directiva y, por tanto, una llamada al equilibrio, al sentido común y a la sensatez no está de más".

Rajoy calificó de "espectáculo poco edificante" que en un partido retransmitido a todo el mundo se vea "la imagen de una botella de whisky, la cabeza de un jabalí y que incluso tenga que suspenderse", y reclamó a todos los directivos "un esfuerzo" para lograr una "cierta mesura y tranquilidad". El ministro del Interior, Angel Acebes, destacó la actuación de las fuerzas de orden público. "Aunque hubo acontecimientos lamentables, gracias a la profesionalidad de la policía no se produjo una catástrofe", aseguró. Carlos Blanco, presidente de la Comisión contra la Violencia en el Deporte, también expresó esta misma idea: "No ocurrió una desgracia mucho mayor".

La reacción del Gobierno catalán fue menos contundente. El vicepresidente de la Generalitat, Artur Mas, eludió cualquier tipo de condena a la actuación del Bar§a. "No me siento ni orgulloso ni satisfecho de lo que ocurrió pero lo que hay que hacer es evitar que vuelva a pasar", dijo en Los Desayunos de TVE .

LA CONDENA DEL BAR‡A El club azulgrana aseguró ayer que se habían adoptado las medidas de seguridad que acordaron el delegado gubernativo y la policía. "El Bar§a condena sin justificación ni paliativos lo que sucedió el sábado", dijo Josep Maria Coronas, secretario de la directiva barcelonista. El dirigente recalcó que los aficionados que lanzaron objetos fueron una minoría.