Un golazo de falta de Leo Messi, a los 26 minutos dio la victoria al Barcelona ante el Atlético de Madrid (1-0) y acerca un poco más la Liga al conjunto azulgrana, que vuelve a poner tierra de por medio y ahora le saca ocho puntos al equipo rojiblanco en la clasificación. Fue un partido de alto voltaje que el Barça dominó con claridad en la primera mitad y se igualó tras el descanso, pero que se decidió, como casi siempre, gracias a una genialidad del ‘10’.

Arrancó el Atlético el encuentro yendo a buscar al Barça muy arriba, pero solo fue un espejismo. A medida que pasaban los minutos, el equipo de Simeone se iba encontrando más cómodo esperando atrás, construyendo un muro que sólo la magia de Iniesta era capaz de traspasar.

El Atlético aún no sufría atrás, pero solo merodeó la meta de Ter Stegen con un tiro lejano de Thomas que se marchó cerca del palo derecho. Fue la única ocasión en todo el primer tiempo de los rojiblancos. Con Diego Costa desaparecido y Griezmann sacrificado en tareas defensivas, solo Filipe Luis era capaz de llevar algo de peligro por la banda izquierda.

Con Iniesta pidiendo a Valverde tiempo para probar si podía seguir en el campo por lesión, llegó el golazo de Messi, el quinto de libre directo que mete esta temporada en la Liga. Un tiro lejano desde la frontal que se coló por la escuadra e hizo inútil la estirada de Oblak, quien llegó a tocar el balón con los dedos.

Iniesta no aguantó, pero a esas alturas del choque el Barça ya se encontraba cómodo con el guion. Claro dominador de la posesión y los espacios, el equipo local ponía cerco a la meta visitante buscando el segundo de la tarde. Coutinho puso a prueba a Oblak en dos ocasiones y Piqué remató de cabeza alto un saque de esquina, ante un Atlético que respiró aliviado cuando Gil Manzano pitó el final del primer acto.

Simeone movió el banquillo para dar entrada a Correa y Gameiro, por Vrsaljko y Gabi, en un mensaje claro de que iba a por el partido. Empezó a recuperar el balón en campo contrario y a aparecer Griezmann entre líneas, que mandó al segundo anfiteatro una cesión de Diego Costa.

El árbitro anuló un gol a Luis Suárez por fuera de juego y no vio penalti en un leve empujón de Saúl a Coutinho. En la otra área, el colegiado también anuló un gol de Gameiro por fuera de juego de Diego Costa a cinco minutos del final. La última ocasión la tuvo Luis Suárez en una contra. No hizo falta la efectividad del uruguayo. Casi siempre basta con Messi, que ayer tiñó un poco más la Liga de azulgrana.