Corría el minuto 16 en el Pedro Sancho. El Zaragoza CFF y el Levante se tanteaban durante los primeros minutos de un duelo en el que, a priori, el conjunto granota era favorito por su posición en la tabla. Recibir en el feudo zaragozano al tercer clasficado en la matinal del domingo ya ofrecía algunos indicios de que el día ya era especial. Y en ese minuto 16, Clara Martínez se encargó de confirmarlo.

Carla Gómez botó una falta escorada, a unos 35 metros del arco defendido por Sandra Torres. Clara, en posición centrada, intenta desmarcarse de su defensora, pero ve que el balón se queda corto. En ese momento, recula y le viene, como ella misma cuenta, «un abanico de posibilidades de lo que puedo hacer». Aunque la acción transcurre en lo que duran dos parpadeos, unas míseras décimas de segundo, a la centrocampista se le para el mundo y se pone «en cámara lenta». Y lo más factible, aunque suene a paradoja, es «hacer la chilena, porque si le doy, quién sabe, y si fallo, no pasa nada». Pero va y la mete a media altura, escorada, ante la atónita mirada de todo el mundo, aunque especialmente de la guardameta visitante. Al final, todo se resume a una frase: «El que no arriesga, no gana», como reconoce.

Unas décimas de segundo transcurrieron hasta que decidió hacer la chilena, y otras tantas hasta que la pelota besó la red. En esos instantes, Clara reconoce que tuvo «la sensación de que la había enganchado bien, vi que se metía en la portería y me volví loca». Entonces, añade, «se me tiraron todas las compañeras encima y me di cuenta de que había metido un golazo». Además, sirvió para adelantar al Zaragoza CFF ante el tercer clasificado de la Liga Iberdrola en el invicto feudo, hasta ahora, en el que se ha convertido el Pedro Sancho (solo la derrota de La Romareda).

Una vez terminado el partido, comenzó la locura. «No me imaginaba toda esta repercusión, estoy bastante asombrada. Nada más entrar en el vestuario ya vi que tenía muchos mensajes, sobre todo en Twitter y en Instagram». Ahora bien, el efecto de bola de nieve se convirtió en una avalancha cuando Fernando Torres marcó un tanto de similares características y lleno de belleza. Ahora bien, cuando hay que mojarse a la hora de elegir uno u otro, Clara lo tiene claro: «Mejor el mío, por supuesto», comenta acompañado de una carcajada.

Cuestión de intentarlo

Las compañeras de Clara, además de felicitarla, a su llegada al vestuario «se empezaron a reir». El motivo es que, según ellas, «estas cosas solo se me ocurren a mí porque siempre intento cosas así en los entrenamientos». Lo paradójico es que, como Clara confiesa, que «nunca me salen, pero intento cosas diferentes en los entrenamientos por probar». Y en un partido, va y lo mete.

Eso sí, el gol lleva un mensaje incorporado. El mismo día que una superestrella como Torres marca un golazo, casi es más famoso el de una jugadora de fútbol femenino, en el que «hay sorpresas, golazos, jugadorazas y que vale la pena. Cuando ves un partido, te enganchas», asegura. Además, el impulso que está tomando es de tal calibre que, un lustro atrás, «no habría salido por ningún lado. Hubiera sido un gol más, insignificante, en gran medida porque no había apenas redes sociales», añade.

Al final, a pesar de tener un penalti a favor, el Zaragoza CFF no pudo ganar al Levante, pero sumó un valioso punto que «sabe bien» y que acerca al conjunto de Alberto Berna a su primer objetivo, que es «mantenernos». De fondo está la posibilidad de clasficarse para la Copa de la Reina y, aunque de momento las aragonesas están a cinco puntos, «quedan muchos partidos y la liga está muy competida». Se consiga ese sueño o no, a Clara nadie ya le quitará ese golazo.