La vida da muchas vueltas. Y si no que se lo digan a la zaragozana Raquel Fraguas. Fue la niña prodigio de la velocidad española en la década de los noventa. Su gran hito fue el título nacional absoluto de los 60 vallas en Valencia en febrero del año 2001.

Después llegaron las nacionalizadas Alozie y Onyia a las vallas altas y Fraguas se fue retirando paulatinamente del atletismo. Hasta que el rugby le hizo un guiño a la exatleta. Fue hace cuatro años cuando fichó por el Olímpico Rugby Pozuelo. "Vi un partido de rugby femenino y flipé porque es muy espectacular. No conozco a nadie que haya jugado su primer partido y no se haya quedado enganchado", explica la aragonesa.

Este año comenzó para la capitana del equipo masculino del Simply Scorpio una nueva etapa. Se hizo cargo de la preparación física de la selección femenina de rugby a 7. "Bernardo Domínguez comenzó a trabajar con ellas hace seis años. Yo le ayudaba porque todavía practicaba atletismo y les iba a corregir la técnica. Pero Domínguez lo ha tenido que dejar y he recogido el testigo con su planificación", indica la deportista de 40 años.

Hay algunas semejanzas entre el atletismo y el rugby. "Hay que ser muy atlético y muy completo, como un corredor de 400 lisos. El sacrificio y el entrenamiento es igual que un atleta, pero es un deporte de equipo y combinarse bien es importante. Lo han practicado muchos atletas y a alguno no le ha ido muy bien, porque son muy individualistas", reconoce Fraguas.

El equipo masculino español ya se clasificó para los Juegos. A las leonas les tocaba este fin de semana en Dublín. Compiten 16 equipos y solo uno logrará el sueño. España es la favorita junto a Rusia e Irlanda. Ayer el equipo español hizo pleno ganando sus tres partidos del grupo. Primero a Túnez por 38-0 y después a Venezuela (45-0) y México (38-0). Esta mañana disputa los cuartos de final frente China, ganador de Irlanda. Y por la tarde puede llegar el premio.