Metida de lleno en el Mundial de Rusia, la selección española vuelve a instalarse en el primer plano de la actualidad futbolística. Su brillante fase de clasificación para la cita del próximo verano hace que el combinado español vuelva a estar en lo más alto y entre de lleno en todos los pronósticos para volver a hacer algo grande. La apuesta de Julen Lopetegui por la juventud ha dado sentido a un combinado que ha dejado atrás un oscuro pasado tras el Mundial de Brasil del 2014, con la eliminación en la fase de grupos, y la Eurocopa de Francia del 2016, donde Croacia fulminó al combinado español en octavos.

‘La Roja’ vuelve a ser reconocible. Y no solo por su fútbol, sino por su compromiso y su disposición a volver a pisar el terreno de las grandes potencias. Con una idea muy clara desde que Lopetegui se hizo con las riendas del equipo --no conoce la derrtoa--, la selección vuelve a despertar grandes expectativas para la cita de Rusia del próximo verano, donde ya aparece entre las favoritas con permiso de Brasil o Alemania. “Hemos tenido unos jugadores extraordinarios y ellos han sido los artífices. Han mostrado ilusión y generosidad. Estamos contentos y orgullosos”. Así analizaba Lopetegui el camino de ‘La Roja’ hasta Rusia.

CALIDAD Y FRESCURA

Al estilo innegociable de aquel equipo que alcanzó el Mundial en Sudáfrica del 2010 y la Eurocopa dos años después tras la exhibición ante Italia en la final de Kiev, Lopetegui ha traído más alternativas. Desde una presión muy alta, en la que el balón se puede llegar a recuperar en cuestión de segundos hasta un fútbol más directo. La decidida apuesta del seleccionador por los chavales que tuvo al mando en los sub-21, como Isco, Nacho, Illarramendi, Bartra, Carvajal, Rodrigo, Sergi Roberto, Koke o Thiago, entre otros, le ha dado a ‘La Roja’ la frescura y la chispa que necesitaba para quitarse de encima no solo años, sino cualquier complejo.

Sobre una idea ofensiva muy clara --35 goles a favor-- unida a una decidida y ordenada asociación alrededor del balón, los jugadores de Lopetegui no tienen ningún reparo en mostrar su clase que va unida a una mentalidad ganadora que libera al jugador. Isco ha extendido su gran momento en el Madrid a la selección. Además de agitar la zona de creación con esa sociedad con Silva (31 años) que ha dado muy grandes dividendos, el madridista ha marcado cinco tantos en la fase de clasificación. Dos de ellos sirvieron para abrir el camino en el gran triunfo ante Italia.

Iniesta sigue siendo el timonel y más atrás, Busquets aparece como el eje sobre el que gira el equipo junto con Thiago, Koke, Saúl o Asensio. Arriba, Morata, Costa o Audriz han sido algunos de los artífices de que La Roja haya alcanzado una media goleadora de 3,8 goles por encuentro.

LA IRRUPCIÓN DE ODRIOZOLA

En las bandas, la velocidad de Carvajal y Jordi Alba han dado profundidad al juego. No han faltado irrupciones como la de Odriozola, que deslumbró ante Albania con una gran actuación en la que incluyó una asistencia. Daba la impresión de que el jugador de La Real Sociedad era un veterano de guerra con mil batallas en un equipo en el que todos se sienten importantes y al que los veteranos le han dado el trazo de madurez necesaria. Ramos (31) y Piqué (30) otorgan empaque a una defensa que solo ha encajado tres tantos en nueve partidos. Buena parte de culpa la tiene De Gea, a quien Lopetegui le dio los galones tras abrirle la puerta a Casillas. “David ha tenido un gran papel en esta fase de clasificación. Ha sido importantísimo. No es fácil estar así en un equipo como el nuestro”, afirma Lopetegui, eufórico tras lograr su primer gran objetivo.