Dos semanas atrás, Lewis Hamilton igualó en Canadá el récord de 65 poles en poder de Ayrton Senna, pero el astro inglés no se detuvo ahí. Va camino de ser el mejor clasificador de la historia. Ayer logró la número 66 -a dos del récord de Schumacher- en el circuito de Bakú, que no se le dio bien el año pasado en su estreno, y en el que nunca estuvo entre los mejores en las tres sesiones de libres de esta edición.

«Ha sido emocionante. Cometí un error en el primer intento, y solo tenía una oportunidad después de un fin de semana de muchos problemas», explicó Hamilton, que arrancará tres puestos por delante de Sebastian Vettel, su rival al título. «Será una carrera muy larga, pero salgo desde una posición inmejorable». Tras un error en su primer intento, el inglés venía en tiempo de pole, con el mejor crono en los dos primeros sectores, y cuando iba a completar vuelta para situarse primero, se encontró banderas amarillas por la avería en el coche de Ricciardo. Hubo bandera roja y la sesión se neutralizó a falta de tres minutos y medio. Hamilton calentó a lo bestia las gomas en la vuelta de lanzamiento y batió a Bottas.

Como se preveía, el motor Honda no permitió a Fernando Alonso ninguna satisfacción. Además de los 40 puestos de sanción en la parrilla de salida de hoy (15.00 horas) por múltiples sustituciones de piezas, los tres segundos que este motor pierde en las rectas de Baku, le dejaron fuera de la Q-2 por primera vez. Saldrá el 19º y Sainz, el 15º.