«No tengo prisa por firmar, y sí, sería interesante conocer antes los planes de futuro de los nuevos propietarios de la F-1». Es la reflexión de Lewis Hamilton en el circuito de Shakir, donde parte como favorito al triunfo en el Gran Premip de Baréin a pesar de que no ha sido el más rápido en las dos sesiones de libres. Hamilton tiene perfilado un acuerdo por 150 millones de euros en tres años, el más jugoso de la historia de la F-1, y puede que el último, porque Liberty Media ha anunciado que quiere establecer un techo presupuestario de 150 millones por equipo y temporada a partir de 2021.

«No me interesa en absoluto porque yo ya no estaré aquí», dice con su habitual tono Kimi Raikkonen. Se refiere al paquete de medidas que Liberty Media quiere implantar en la F-1 y que anunció ayer, aunque no pasa de ser un decálogo de intenciones. Sobre todo, un «techo presupuestario de 150 millones de euros por equipo y temporada». Mercedes y Ferrari rondan los 450 millones de euros de presupuesto, y es la clave de su superioridad frente a los 350 de Red Bull, los 300 de Renault o los 250 de McLaren.

Por si acaso, Hamilton se va a asegurar antes el mejor contrato de la historia de la F-1.Está en su plenitud deportiva y busca su quinto título a pesar de no ganar la primera carrera. El inglés no dominó ninguna de las dos sesiones de los libres en Baréin. Fernando Alonso finalizó octavo en la segunda sesión de entrenamientos y Carlos Sainz, 12º.