Casi todo ocurrió en la primera curva. Todo se decidió cuando Sebastian Vettel (Ferrari) se tocó con Valtteri Bottas (Mercedes) y ambos enfilaron el camino del box a reparar sus daños. Con los dos enemigos más peligrosos en la cola del pelotón, Lewis Hamiton (Mercedes) se anotó una plácida victoria entre bostezos, sin tener que apurar en ningún momento el nuevo motor Mercedes, que ha supuesto una sensible mejora de potencia. La victoria en el circuito Paul Ricard, en el regreso del GP de Francia 10 años después, añade una nueva marca al palmarés del británico: es el único piloto que ha sido capaz de ganar en todos los circuitos en los que ha corrido.

Vettel se llevó a Bottas en la primera curva. El finlandés pinchó la rueda trasera y el alemán destrozó su alerón delantero, aunque antes de llegar a boxes también se tocó con Romain Grosjean. Y al regreso del box, cuando remontaba desde la última posición, aún tuvo tiempo de echar de la pista a Fernando Alonso. «Me he tocado con Vettel. Espero que tenga daños porque ha hecho un movimiento estúpido», gritó por la radio el asturiano.

EL LAMENTO DE ALONSO / El asturiano había parado en boxes aprovechando el coche de seguridad que salió a pista. Fue un intento desesperado de McLaren por inventarse una estrategia con la que ir a la contra. Pero cuando el coche es lento -y el McLaren es ahora mismo el coche más lento la parrilla-, no hay nada que hacer. «No tengo neumáticos ni frenos, estamos fuera de los puntos», se lamentaba Alonso, que acabó retirándose con la suspensión dañada.

McLaren había comenzado el año peleando por ser el cuarto equipo junto a Haas y Renault, ahora lucha por no ser el peor junto a Williams y Sauber. Dicen en McLaren que se debe a unos problemas de correlación en el túnel de viento de Colonia. Suena a disculpa. Con el mismo motor, Red Bull peleó las posiciones de podio, con Max Verstappen, segundo, y Daniel Ricciardo, cuarto. Con el mismo motor, Carlos Sainz llegó a rodar tercero, aprovechando los toques de los coches que iban por delante. Cuando todo se regularizó cuando Vettel y Bottas completaron las remontada, Sainz defendía la sexta posición en casa de Renault, pero el motor del madrileño comenzó a perder potencia. Aun así pudo cruzar la meta octavo, por delante de su compañero Niko Hulkenberg, en una fenomenal actuación del madrileño.

«Ha sido una pena porque era el finde perfecto. Qué se le va a hacer. Así son las carreras, pero nos merecíamos ese sexto puesto. En la parte final perdimos 260 caballos de potencia; eso seguro. Me da rabia porque nos merecíamos ese sexto. Habríamos dado un paso adelante grande en el campeonato», manifestó el piloto español al término de la carrera lamentando sus problemas.

Vettel remontó hasta la quinta posición, pero no borró la sensación de que vuelve a regalar puntos fundamentales en la lucha por el título. El año pasado perdió el campeonato en un estúpido accidente en Singapur y, en esta ocasión dos toques, un incidente con Alonso y una sanción de cinco segundos, le dejaron en la quinta posición que devuelve el liderato a Hamilton. «Ahí, es donde quiero estar, al frente del Mundial», resumió Hamilton, «eternamente agradecido a este equipo que pone un coche excepcional en mis manos». Palabras del líder del campeonato.