--Ha vuelto a Zaragoza por Navidad, echaría de menos su ciudad de toda la vida.

--Me fui hasta cansado de Zaragoza pero ahora solo pienso en volver aquí. Las cosas no siempre van bien, unos días estás mejor y otros peor, esos días lo echo mucho de menos.

--Le tuvo que costar un mundo dar un paso así dejando atrás toda una vida.

--Sí. Además nada más llegar me costó mucho porque aquí estaba acostumbrado a que la gente me conociese y ahí sabían quién era pero nadie me había visto jugar y estuve dos meses lesionado . Entrenaba solo, no podía prácticamente conversar con ningún compañero, el italiano lo llevaba un poco atrasado... Sin embargo, ahora que ya puedo jugar y he empezado a marcar estoy contento y con los compañeros, genial.

--Para un chico de 16 años es un cambio muy arriesgado.

--La Juve se me metió en la cabeza. Pensé que lo que quiero es jugar a fútbol y tal como están las cosas aquí decidí dar el paso. Estaba convencido de que quería salir. Es una experiencia de vida.

--¿Cómo le ha ido la vida en Turín en estos primeros meses de experiencia?

--Ahora domino algo más el italiano pero la vida es complicada. Entreno dos veces todos los días menos los lunes, que nos dan fiesta y lo utilizamos para dormir. Tiempo libre prácticamente no tenemos.

--El cambio ha significado que el fútbol ya no sea una mera afición como en Zaragoza.

--Ha sido un cambio radical. He pasado de estar en Zaragoza jugando los sábados y, por ejemplo, pudiendo salir un poco cuando quisiera, a que todas esas libertades hayan desaparecido. En la Juve te controlan todo lo que comes, lo que bebes, las horas de sueño- Todo. Por una parte piensas que se preocupan por ti y es por tu bien, pero por otra es una vida muy dura.

--Entonces, han sido muchos sacrificios en tan poco tiempo.

--Claro. Estaba acostumbrado en Zaragoza a hacer lo que quería. Salía con mis amigos los viernes, después de los partidos también y he pasado de tener todo a estar encerrado en la habitación hasta la hora de ir a entrenar. Después de cenar, que es cuando te dejan salir un rato a tu bola, estás casi obligado a dar una vuelta porque si no te mueres todo el día encerrado. Los primeros días lo pasé realmente mal pero empiezo a acostumbrarme, hago más vida con los compañeros...

--Porque estará en una residencia con el resto de jugadores extranjeros de la Juve.

--Es un hotel que está afiliado con la Juventus desde hace tiempo. Somos unos 50 jugadores de fuera. Este año se dio el caso de que el juvenil y el filial empezamos mal la Liga y los directivos nos cortaron el Wifi y la tele en el salón de estar. Dijeron que o veían resultados o se nos acababa todo. Todo se mira por el resultado final.

--¿Ese resultadismo se extrapola también al juego?

--Allí se trabaja mucho la táctica para que no te metan ningún gol y en dos o tres jugadas meter tú uno. No te enseñan jugadas de ataque como las que hacíamos en el Zaragoza. Todo es centrar, estrategia para defensas y contraataques. Casi todas las canteras trabajan así. La de la Juventus se diferencia por las instalaciones y porque tiene muchos jugadores extranjeros pero todas priorizan el resultado.

--Choca que las grandes canteras no enseñen a practicar mejor fútbol que el rival.

--Tenemos en casi todos los partidos casi un 70% de posesión pero solo hacemos dos o tres tiros por partidos. Ganamos dos, tres o cuatro cero pero acertando el 90% de los tiros a gol. Si atacas es porque tienes opción clara de marcar, si no, te repliegas atrás y a esperar. Aunque ahora hemos llegado algunos extranjeros y cuando jugamos nos gusta jugar más al ataque.

-- Ahora mismo está un poco a caballo entre el juvenil y el filial.

--Lo que es allí el filial es como el Juvenil A aquí y solo puedes estar ahí hasta los 18 años. Yo estoy más en el juvenil, en el que solo se puede estar hasta los 16. Después de pasar por el filial, lo que se hace en Italia es, dependiendo de al nivel que estás, cederte a un Serie B --la Segunda División-- y si lo haces bien, puede que vuelvas porque la cantera la toman muy en serio.

--¿Dar el salto desde juveniles no es algo común?

--Hay seis o siete en el primer equipo de la cantera y ninguno dio ese salto. Lo que sí hacemos es entrenar con ellos, así el entrenador ya te conoce. La Juve es de los mejores de Europa, está volviendo a ser lo que era tras una mala época y no pueden jugársela con gente joven.

--¿Por qué eligió la Juve siendo que otros grandes de España llamaron a su puerta?

--Llegamos a la recta final de la negociación con la Juve y el Madrid y se me metió en los ojos la Juventus. Quería ir a Italia.

--El estilo de juego italiano es muy diferente al español. ¿Le va bien por su estilo de juego?

--Se tiene mucho miedo a perder el balón en el medio del campo. El míster ha empezado a ponerme detrás del punta y ahí juego como he jugado siempre.

--¿Algún día pensó en volverse?

--Sí. Cuando ves que se acercan las fiestas, que estarás en casa pronto y te ponen un entrenamiento y no puedes volver. Todo es muy muy exigente. Pasas de ser el mejor al peor por una jugada en un entrenamiento.

--Esta competitividad tan grande será algo nunca visto.

--Yo en el Zaragoza jugaba para divertirme y no me lo tomaba tan en serio. Al estar entrenando con categorías superiores, cuando bajaba con los de mi edad me relajaba y así no estaba mejorando nada. El cambio ha sido una buena forma de cambiar mi mentalidad en este sentido. Nunca había sido mi sueño ser futbolista y ahora sí lo tengo claro y me lo estoy tomando en serio. Aunque tengo 16 años, esto es ya como un trabajo para mí.

--En la Juve sí que tiene la competencia que aquí no tenía.

--En cuanto bajas un poco los brazos la Juve es capaz de fichar a otro jugador extranjero en tu posición y se te cae el alma. Eso en el Zaragoza no me pasaba porque prácticamente vivía de las rentas en mi categoría.

--Su marcha del Zaragoza seguramente fuera la más sonada mediáticamente de un canterano. ¿Cómo lo llevó?

--Tres meses antes de que llegara todo esto jugaba en el cadete y algún partido en el Liga Nacional. Cuando estalló todo dije: quién soy ahora. De no ser ni el mejor del equipo, se pasó a darme tanta importancia.

--Le pudo venir un poco grande.

--Sí, llegó todo de golpe en dos o tres semanas.

--Como zaragocista confeso, seguirá las evoluciones del equipo.

--En el poco tiempo que estuve con ellos me di cuenta de que Manolo Jiménez es un entrenador espectacular. Se ve que la mentalidad ha cambiado y la culpa es suya. El conjunto está más unido que nunca.

--Ir a la pretemporada con el primer equipo este verano pudo ser como debutar ya que no jugó en partido oficial

--Sí, aunque me lo tomo como premio ahora. Cuando fui, lo llegué a ver como un castigo porque ya estábamos en las negociaciones con la Juve y pensaba que era una medida para obligarme a quedarme. No me di cuenta que Manolo Jiménez estaba apostando por mí y no lo disfruté como tenía que haberlo hecho. Por ahora es lo máximo que he logrado.

--Siempre se ha dicho que en la cantera del Zaragoza no se apostaba fuerte por las posibles figuras. ¿Fue su caso?

--Yo me fui porque he tenido referencias en mi misma posición de años anteriores y en todos los casos ha pasado lo mismo. Todos los años se dio bola a jugadores del filial y parecía que iban a jugar o se irían a un Segunda cedidos y al final nada y me dio miedo esto. Yo dije: me quiero dedicar a esto pero no quiero ser un jugador de Segunda, quiero llegar a ser un buen jugador. Preferí irme a la aventura a un gran club y tener una oportunidad, a tener la misma experiencia de estos compañeros.