Cristian Álvarez dijo en la previa al partido contra el Tenerife que había que dejar margen. El equipo estaba bordeando el descenso, pero la plantilla creía que si se conseguían victorias se podía revertir la situación. El meta rosarino dio diez partidos para ver en qué situación se encontraría el Real Zaragoza para poder juzgar cuáles iban a ser los objetivos. Tras cumplirse esta cifra el equipo se encuentra rozando las posiciones de promoción, dentro de la lucha. «Nuestro objetivo era llegar al tramo final de Liga con opciones de estar arriba. La derrota del Sevilla no va a empañar a nivel emocional la trayectoria que llevamos en esta segunda vuelta», aseveró Natxo González.

Aquella derrota no merma las esperanzas del equipo. De hecho se entiende como un suceso lógico dentro de la vorágine del fútbol en esta categoría de alta inestabilidad. «Sabíamos que llegaría el momento de perder, aunque quizás no es el mejor escenario cuando estás como local. Lo importante es como reaccionas ante esta dinámica que se ha visto truncada en nuestra casa. Estamos ahí, y si queremos pelear por estar entre los mejores tendremos que responder bien. Pero hemos bajado un peldaño en cuanto a rendimiento», explicó el técnico. Su preocupación va más allá de la derrota, se centra en cómo se levanta el equipo tras caer derrotado en la recta final.

La labor de Natxo ha sido esencial durante estos meses. Él fue el que creyó y el que insuflaba optimismo al grupo en los momentos de debilidad. Ahora, ha sido el que ha tratado de gestionar la alegría desmedida después de los incesantes triunfos. Para el preparador, aquella derrota ante el Sevilla Atlético era algo «que podía esperar». Natxo explica que «cuando uno está preparado para diferentes escenarios no le sorprende nada. La derrota del otro día me decepciona y me duele, pero no me sorprende. Tengo muchos años y experiencias y podía saber y palpar lo que podía ocurrir. No me ha sorprendido. A partir de ahí es cómo gestionamos toda esta situación».

A lo largo de la semana prepararon diversos escenarios que podían sucederse en aquel encuentro en La Romareda. Se preparó también para lo imprevisto, para un posible dominio visitante con gol incluido. Lo que terminó por ocurrir. Sin embargo, el técnico vitoriano se mostró preocupado por la falta de reacción del equipo ante el tanto visitante: «Cualquier equipo te puede generar problemas, lo que nos faltó el otro día es no dar respuesta a los problemas, eso es porque no supimos prever lo que pasó y eso, como entrenador, es lo que más eché en falta. Siempre contemplamos diferentes escenarios, valoramos el que del Sevilla nos tratase de tú a tú y se pusiera por delante, eso lo estudiamos pero no supimos darle respuesta. Eso es lo que tenemos que gestionar y aprender para la evolución del equipo», explicó Natxo González. El enfrentamiento ante la Cultural medirá cómo ha reaccionado el equipo tras la pasada derrota liguera.