Leonel Messi se va a descansar con una imagen en la que levanta como legítimo dueño la Copa América. Los fuertes ruidos que llegan desde las inmediaciones del hotel donde concentra el seleccionado argentino no le quitan el sueño. Sergio Kun Agüero, su compañero de habitación reveló horas antes de la final con Chile que el mejor jugador del mundo parece inmune a los bocinazos y cánticos de los chilenos. “Mientras vos duermas...”, le dijo Agüero, después de preguntarle si le molestaba la interferencia que provenía del exterior. El delantero del Manchester City dijo que no habla con Messi del enfrentamiento de hoy en el Estadio Nacional. Solo ven películas y conversan “tonterías”.

Todo está listo para el choque que definirá el certamen. Anoche, Perú venció 2-0 a Paraguay y quedó en tercer lugar. Paolo Guerreo anotó un nuevo tanto. Lleva convertidos cuatro y puede consagrarse goleador del torneo.

“Acá, nos trataron de maravilla, es sólo fútbol. Hay que jugar a la pelota e intentar ganar”, dijo el entrenador argentino, Gerardo Martino, restándole importancia al clima previo al partido.

Messi también transmitió tranquilidad en su cuenta de Facebook: "En esta Copa América, me sumo a UNICEF Argentina y a la campaña 'América nos une, no hagas vos la diferencia', en contra de la discriminación y a favor de la infancia. En la final, promovamos un mensaje de respeto, tolerancia y aliento para todo el equipo”, escribió.

El Estadio Nacional, en el barrio de Ñuñoa, recibirá a los dos mejores equipos del certamen, los que más goles anotaron. Pero el local y su rival no tienen en principio el mismo poderío. El primero contará con el aliento abrumador en las gradas. Argentina cuenta con mayores figuras. Uno tiene la ilusión de ganar la copa por primera vez. El otro, como dijo Ángel Di María, “sacarse la espina de Brasil 2014”.

“Estoy con un grupo de pibes que tiene un gran compromiso con la selección, están muy contentos por haber accedido a una final, quieren ganar algo. Eso es una señal de madurez, de lo que pueden hacer cuando ellos se juntan. Siempre se interpreta la derrota como desaprovechar una nueva oportunidad, pero nosotros estamos muy contentos por lo que se ha hecho y muy ansiosos por lo que se pueda hacer mañana”, dijo Tata en las vísperas.

La final no parece vivirse con la misma intensidad y expectativa a ambos lados de la Cordillera de Los Andes. Chile le añade, en estas circunstancias, una carga emocional mayor. “El triunfo o la frustración”, dijo Toño Prieto, comentarista de Radio Cooperativa. “Todos creen que juegan esta final. Desde la Presidenta hasta los niños… y de ahí se proyectan los conceptos de felicidad o fracaso”.

Chile disputará su tercera final de Copa América en su historia. Los blanquicelestes disputarán su tercera final desde 1993. La “Roja” le ganó a sus vecinos por última vez en 2008, por las Eliminatorias a Sudáfrica 2010. Los anfitriones tienen en Claudio Bravo y Arturo Vidal a sus estandartes. Esperan que hoy se “despierte” Alexis Sánchez. Argentina lleva en ese sentido ventaja: la lidera el mejor jugador del mundo. “Messi es el amo. Si Messi asistiera a Messi no habría competencia posible”, dijo el diario La Nación de Buenos Aires.

Y el diez del Barca es la gran preocupación del técnico de Chile, el argentino Jorge Sampaoli. ¿Cómo frenarlo? Sampaoli dijo que no renunciará al estilo que lo ha conducido a la final. Se especulaba no obstante que el aguerrido Gary Medel se ubicará o esta vez en la izquierda para marcar a La Pulga. “Cuando el chileno defendía al Sevilla se enfrentó al Barcelona y con un trabajo extraordinario impidió que el astro trasandino fuera protagonista”, dijo La Tercera en Santiago. Pero, además, Sampaoli jugaría con tres defensores, dos volantes de contención, dos laterales volantes, Vidal y dos atacantes. Con este esquema venció a España en el Mundial 2014.

“Tenemos la oportunidad de ganar algo”, dijo Medel. Sampaoli, que es argentino, considera que en estas horas su origen argentino es irrelevante. “Es innegociable mi deseo de que Chile salga campeón”.