La historia de Vallejo y su traspaso al Real Madrid guarda cierta semejanza con la venta del anterior canterano iluestre de la Ciudad Deportiva, Ander Herrera. El actual jugador del Manchester se marchó en junio del 2011 al Athletic de Bilbao por 8,5 millones más otros 2,7 en objetivos, que se cumplieron, por lo que el traspaso final llegó hasta los 11,2, a los que hay que añadir los 1,4 millones que el club aragonés recibió el verano pasado por derechos de formación cuando se produjo la marcha del mediapunta al United mediante el pago al club vasco de su cláusula de 36 millones. Como va a pasar en el caso de Vallejo, la venta de Ander tuvo una clara justificación económica, entonces para pagar las deudas que en enero del 2011 tenía el club regido por Agapito Iglesias con la plantilla zaragocista.

Agapito y Fernando Macua, entonces presidente del Athletic, pactaron a finales de enero del 2011 el traspaso y el inmediato ingreso de 4 millones que permitió al Zaragoza pagar las deudas del final de la temporada 09-10, y algunas de principio de esa campaña 10-11, con la plantilla zaragocista. Ander se mantuvo en ese equipo hasta junio, contribuyendo a la permanencia zaragocista rubricada en el Ciudad de Valencia ante el Levante, pero su traspaso se cerró cinco meses antes, incluso con el cobro de cantidades. El mediapunta debutó en Segunda de la mano de Marcelino en la 08-09 y desde el principio contó con el calor de la afición, que poco a poco le dio el status de ídolo.

Los efectos de Agapito

La irrupción de Vallejo y su conquista del zaragocismo ha sido más rápida, en un solo año y con una progresión imparable, pero su venta ha tenido la misma explicación. En este caso, en el de Vallejo, son los efectos del derrumbamiento al que llevó a Agapito al Zaragoza y que propiciaron que la Fundación 2032 cogiera un club en el abismo.

El Zaragoza necesita dinero para mejorar su margen salarial y llevarlo hasta los cuatro millones para la confección de su plantilla --siete en total-- y para eso la venta de Vallejo, de la que Hacienda en virtud del convenio singular se queda el 25%, es la vía más directa. Como pasó con Ander, el central tendrá tiempo para despedirse, un año en el que estará cedido. Quizá hasta dos si sube el Zaragoza.

Cani y Zapater, distintos

Este siglo ha traído otras dos ventas dolorosas de canteranos para el zaragocismo, aunque con matices diferenciadores. Cani se marchó en junio del 2006 al Villarreal por 8,4 millones en la última operación de Alfonso Soláns como propietario del Zaragoza, una negociación que Agapito Iglesias ya se encontró cerrada cuando tomó el club aragonés en mayo del 2006.

Mientras, en el verano del 2009 y tras lograr el retorno a Primera, Zapater se fue con destino al Genoa italiano, en este caso por 4 millones y porque Marcelino García Toral, entonces entrenador, no lo consideraba vital en la nueva andadura en la élite del equipo aragonés.