Fueron seis horas de gran emotividad, deportividad, alegría, buen juego y un magnífico ambiente en las gradas y en el parqué. El escenario fue el de los últimos años, el pabellón de Valdefierro. Aquí libraron un duelo apasionante las mejores canteras del balonmano escolar aragonés. Se jugaban nada menos que los títulos escolares.

Fueron seis preciosas horas trufadas de pequeños detalles. Juan Carlos Caamaño, presidente de la territorial, se mostraba orgulloso de colocar el nombre de campeonas en los trofeos para las ganadoras. «Creo que somos la primera territorial en España que lleva a cabo esta iniciativa», decía el presidente.

Julián llegó pocos minutos antes de que comenzara el partido de sus compañeros de Corazonistas en silla de ruedas. El juvenil sufrió dos semanas antes una grave lesión con fractura de tibia y peroné en una de sus piernas. Sus compañeros del equipo cadete decidieron salir a la cancha con una camiseta de ánimo. Después le pudieron brindar un prestigioso triunfo. Liderados por el lateral Juan Martínez, que tiene un martillo pilón en su brazo derecho, los jugadores de Corazonistas se impusieron al Stadium Casablanca por 32-27. Solo la primera parte pudo aguantar el tirón el equipo preparado por Pablo Giménez.

Desde el punto de la mañana tres canteras se adueñaron de la grada principal. A la izquierda el negro y blanco de Dominicos, en el centro el rojo de Colores y a la derecha la bulliciosa afición amarilla de La Jota. Colores logró uno de los tres títulos en juego. Gracias al impulso del técnico Miguel Mendo, está entre las mejores factorías de Zaragoza. Lo demostró ganando el título más madrugador del día. El infantil femenino frente a Dominicos. La portera Elena Pérez y la lateral Laura Bazco le llevaron en volandas hasta el triunfo (24-19) frente a un rival que nunca se rindió.

Nada pudieron hacer los rojos frente a un arrollador Dominicos en infantil masculino. Fue la revancha de la mejor cantera de Aragón. Estos cumplieron con los pronósticos y liderados por el primera línea Mario Hernández se impusieron por 30 a 20. A los derrotados se les puso la piel de gallina cuando escucharon los gritos de ánimo de su afición cuando ya iban perdiendo de más de diez goles. Era el mejor ejemplo para el deporte escolar.

También fue la mañana de Chechu Gargallo. El técnico de La Jota pudo aplicar la táctica de Maristas, la escuela en la que se formó. Defensa, intensidad y velocidad al contragolpe. Las cadetes de La Jota no tuvieron piedad de Colores (32-24). Hace cuatro años que el popular Chechu no ganaba un título escolar. Fue con los infantiles de Dominicos. Ahora es un pilar en La Jota. Allí entrena a cuatro equipos.