Todos conocen a Asier del Horno (Gallarta, 19-1-1981) por haber cabalgado durante su carrera por el lateral izquierdo del Athletic, Chelsea, Valencia y la selección española, pero pocos saben que el fútbol estuvo a punto de perder a un deportista que podría haberse coronado varias txapelas jugando a pelota vasca de forma profesional, un aafición que ha recuperado ahora. Cuando el Barça regresa a Stamford Bridge es inevitable recordar a Del Horno en aquel 22 de febrero del 2006 en que, a las órdenes de José Mourinho, provocó la primera lesión de Leo Messi con el Barcelona.

«Había un clima tenso, todos lo percibían», rememora Del Horno. «Había gente como Makelele. Lampard y Essien, pero Leo llegaba. Me encaró dos o tres veces e intenté frenarlo con mis recursos y experiencia». Se le escapó en una ocasión y, a la siguiente, lo frenó en seco con una entrada a la altura de la rodilla que marcó sus tacos en la pierna derecha del argentino. «Messi no provoca, no decía ya nada. Siempre hay provocaciones entre defensas y delanteros, pero no es su caso».

Hasta que llegó la acción que marcó la eliminatoria. Messi peleó un balón a tres metros del córner, tras superar a Robben con un caño, corrió hacia la pelota y vio que Del Horno «venía fuerte y con mala intención». Asier señala que intentó «pararlo, saltó y me pasé». Vino la tangana y la expulsión. «La mayor aparición de los últimos años», se llegó a escribir ese día de Messi, que dejó atrás la jerarquía de Ronaldinho y Eto’o. El luso se valió de la roja a Del Horno para montar su show particular: «¿Vamos a suspender a Messi por hacer teatro? Cataluña es un país de cultura y sabéis lo que es teatro. Es teatro del bueno». El Camp Nou le recibió dos semanas después: «Vete al teatro, Mourinho, vete al teatro».

En la retina, la acción sobre Messi. «Me sé de memoria aquel partido. Lo he visto más de diez veces». Aquel hachazo del pelotari dejó huella.