Apenas iniciada la primera vuelta de la competición liguera, la posibilidad de una nueva huelga vuelve a amenazar al fútbol español. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) y Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) han roto las negociaciones en torno al nuevo convenio colectivo, uno de los puntos que llevaron a la convocatoria de la huelga que impidió comenzar la Liga en la jornada prevista para el 20 y 21 de agosto en Primera y Segunda División, junto con las deudas de cerca de 50 millones de euros que los clubs mantenían con los futbolistas.

A la espera de que el sindicato de futbolistas haga pública su versión, la LFP ha explicado mediante un comunicado que las negociaciones han quedado rotas este jueves ante la imposibilidad de avanzar lo más mínimo en las reivindicaciones de la AFE.

Los derechos de imagen

La patronal futbolística asegura que no puede atender las exigencias de los jugadores en lo que se refiere a una nueva estructura retributiva que obligue a las entidades a abonar un mayor porcentaje de la ficha en el salario mensual.

Tampoco acepta que se incluya el importe de los derechos de imagen en los contratos y nóminas, además de no ponerse de acuerdo tampoco en el alcance de la cesión de dichos derechos. La LFP tampoco quiere que sea incluido en el convenio el partido a beneficio de la AFE, que la patronal quiere plasmar en un acuerdo de bases externo.