El Huesca te abre las puertas de El Alcoraz y te sienta a la mesa. Cuando te das cuenta, solo te quedan dos alternativas: aceptar la nada gentil invitación de acomodarte en la silla eléctrica que preside el salón o consentir ser el primer plato de un equipo caníbal. Osasuna, el mejor visitante de la categoría, redujo su capacidad intimidatoria a los primeros veinte minutos de la segunda parte, después de que el conjunto de Rubi le hubiera absorbido hasta el tuétano para adelantarse en el marcador. El tanto de Gallar, un robo en la presión sobre Oier adornado con una finalización exquisita del propio mediapunta, tiene premios para dar y tomar. El Huesca hace del liderato su trono al alejarse seis puntos del segundo clasificado, el Cádiz, ocho del tercero, el Oviedo, y se distancia a once de los rojillos con el coeficiente goleador particular ganado. Y una alfombra roja en la jornada: de los siete que le persiguen, sólo venció el Rayo.De guinda celebra un año sin perder en su estadio, el muro del norte.

Rubi mezcló los mejores ingredientes con la recuperación de Sastre y el trivote para un partido que respondió de principio a fin a la exigencia con la que se había anunciado. Osasuna no supo cómo salir de una coctelera que Chimy, Cucho y Gallar (la CCG) agitan como punta de lanza de un bloque que estrangula a sus rivales con una presión armónica y voraz. En el centro de la batalla, además, los azulgranas dispusieron de Melero y Aguilera, una asociación perfecta para darle al juego gusto y templanza en la cocción. Osasuna se ablandó en esa olla, angustiada su defensa y Sergio Herrera por ese trío en constante combustión. De hecho, Rubi tuvo que sustituirlos a todos en la recta final, hechos trizas por el generoso y productivo esfuerzo.

La apuesta fue diáfana, sin trampa ni cartón. Tras la recuperación, transiciones bomba hacia los gerrilleros, que lo mismo colaboran en la cobertura de los laterales que en la misma acción, 80 metros después, se presentan como alternativa ofensiva. Largo para atacar y corto para defender, el Huesca hizo del campo su jardín y de gran parte del encuentro su recreo. En el minuto 28, Gallar puso el turbo cuando Oier iniciaba la salida de la pelota muy cerca del área y se anticipó para quitarle el balón y abrir el marcador. El Cucho lo había intentado antes de una forma más académica y acrobática con un remate de cabeza que sacó Herrera a mano cambiada. Son carteristas de guante blanco, tenaces combatientes en vias anchas y callejones.

Hubo una crisis. Ese tipo de desgaste tan brutal tiene un precio. Si encima delante están futbolistas de la altura de Quique González, David Rodríguez, Kike Barja, Borja Laso, Fran Mérida o más tarde Roberto Torres, en algún momento se desequilibra la balanza. El empate lamió el poste en un par de ocasiones: escupió un testarazo de Quique y más adelante un tiro de Torres. Se reagrupó el conjunto navarro y Clerc estiró la banda izquierda hasta el infinito, proponiéndose como la mejor baza ofensiva para llegar al área de Remiro. El Huesca perdía rápido la pelota y sufría en la resistencia de su ventaja.

Rubi piensa en marcha... Y muy bien. La entrada de Ferreiro se produjo en el momento justo, cuando Chimy Ávila expiraba agotado tras chocar contra la valla publicitaria. El gallego es un titular de pies a cabeza, y el tiempo concedido por su entrenador resultó fundamental para retomar la iniciativa, la profundidad y la posesión. Con la reactivación de un omnipresente Aguilera y el wagneriano Melero, que lo mismo compone poesías como un túnel a Roberto Torres que colabora con Brezancic en labores más mundanas, el líder volvió a desprender azufre y recondujo a su adversario al infierno inicial. Sergio Herrera tuvo que emplearse con el pie y la mano a un doble lanzamiento de el Cucho y Pulido.

El técnico también estuvo especialmente acertado en poner a Kiliant para unos minutos que pedían pasión y físico. El jugador venía de una tortuosa y larga lesión y saltó al terreno encendido de motivación y soluciones. Justo la chispa que hacía falta en ese volcán, tanta que Clerc le sacudió y dejó a los suyos con diez por doble amonestación. Con uno menos, Osasuna se sintió electrocutado. Sobre la vajilla oscense lucían los huesos de un gran enemigo. El Huesca va como un tiro hacia el ascenso con su reluciente dentadura de hermoso animal salvaje.

Ficha Técnica:

1- S. D. Huesca: Remiro; A. González, Pulido, Jair, Brezancic; Aguilera, Melero, Sastre; Gallar (Kilian, m. 73), Chimy Avila (Ferreiro, m. 63); y Cucho Hernández (Rescaldani, n. 85).

0 - Osasuna: Sergio Herrera, Kike Barja (Unai García, 82), Unai García, m. , Lillo, Aridane, Oier (Sebas, m. 76), Clerc; Quique, Torró, F. Mérida, Borja Lasso (R. Torres, m. 54); y David.

Gol: 1-0, m. 28, Alex Gallar.

Árbitro: Eiriz Mata (Comité Territorial Castellano-Leonés). Amonestó a Sastre, Brezancic por parte de los locales; y por parte de los visitantes a Borja Lassso, Torró, F. Mérida y en dos ocasiones a Clerc, que fue expulsado en el minuto 86.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Liga 1/2/3 entre la S. D. Huesca, y el Osasuna disputado en el estadio del Alcoraz, ante 4.896 espectadores.