Sin esperar a nada ni a nadie, el CAI Zaragoza certificó su clasificación para los octavos de final de la Eurocup imponiéndose al Szolnoki en Hungría por 70-80. El equipo aragonés cumplió con su parte, hizo su trabajo y sumó su cuarta victoria del Last 32, la primera fuera de casa en esta fase, para conseguir lo que no había logrado aún en sus dos participaciones anteriores del torneo. El CAI avanza en la Eurocup y disputará una eliminatoria por primera vez en su historia frente al Dolomiti Energia Trento italiano. El triunfo del CAI no permitió especulaciones en Estambul y el Galatasaray acabó imponiéndose por 87-69 al Dinamo Sassari. La ida será en Zaragoza el 22 o 23 de febrero y, la vuelta, el 1o 2 de marzo.

En una temporada complicada para el equipo aragonés, en la que se ha quedado sin la Copa del Rey y con escasas opciones de pelear por el playoff, la Eurocup está resultando una bocanada de aire con la que salvar la campaña. El CAI ha batido sus mejores marcas en la competición continental, donde ha logrado 11 victorias y 5 derrotas. Aunque en la primera fase compitió ante rivales de menos entidad, los números contrastan con su irregular trayectoria en la Liga. Ahora el CAI tiene la oportunidad de ilusionar e ilusionarse con un nuevo formato de competición: el equipo tendrá que buscar el triunfo en el partido de ida y, además, con la mayor diferencia posible para soñar con cuartos de final.

Le costó arrancar al CAI Zaragoza, demasiado atenazado, nervioso e impreciso los primeros minutos, hasta que encontró el camino por el que tumbar a un enemigo sin nada en juego pero que no salió derrotado de antemano. La superioridad aragonesa, como casi siempre teniendo en cuenta la escasa anotación que llega desde el perímetro, estaba por dentro, en los hombres grandes, los que marcan la diferencia. Ayer no fue una excepción, con Jelovac y Kravtsov erigiéndose en faros, referentes y grandes protagonistas del encuentro.

Que fueron los mejores lo dicen los números pero, sobre todo, su capacidad para cambiar el partido, para darle aire al equipo, para minar al Szolnoki. Jelovac no es el mejor defensor del equipo --en un grupo en que tampoco abundan los buenos defensores-- pero su capacidad para producir ofensivamente está muy por encima del resto. Ayer volvió a demostrarlo con 21 puntos (5/7 en tiros de tres), pero no solo hizo eso. También capturó 11 rebotes para terminar con 27 puntos de valoración.

LA DIFERENCIA Kravtsov es otra historia. Todavía no ha sido titular ni un solo encuentro pero ya juega más minutos que Norel. Ante la mayoría de equipos resulta decisivo no ya en ataque sino en defensa, modificando tiros, cambiando el juego rival. Ante un conjunto con pocos centímetros y contundencia en la pintura como el Szolnoki, fue capitán general. Lo fue intimidando, pero también en el aro rival. No falló ni uno solo de los balones que le enviaron (6/6), se llevó 8 capturas y recibió 5 faltas para sumar 29 de valoración, MVP del partido.

Con eso y con la energía del irreductible Pere Tomás --ayer titular-- el CAI sacó adelante un encuentro que se complicó él mismo. El equipo aragonés demostró cómo no debe salir a la pista un equipo que se juega la clasificación: blando, nervioso, perdiendo balones, atacando mal y defendiendo peor. El Szolnoki salió más suelto, más atrevido, y no tardó en aprovechar las ventajas que le daba su rival para llegar a ponerse 12 puntos arriba en el primer cuarto (18-6). Casadevall se vio obligado a adelantar las rotaciones en busca de una respuesta. Y la encontró con Jelovac y Kravtsov.

La gran actuación de los interiores dejó de nuevo en evidencia la distancia que hay entre el juego interior y el exterior en este equipo. Con un Joan Sastre especialmente desafortunado, fueron Bellas y Tomás los que mantuvieron el tipo por fuera. Linhart terminó con valoración negativa una vez más, Benzing tampoco tuvo su día y Swing continúa su proceso de adaptación. Los cuatro interiores sumaron 50 de los 80 puntos del equipo, señal de la diferencia pero también de cuál es el arma de este equipo, el camino que debe explotar en busca del éxito. Ayer volvió a hacerlo, aprovechó la superioridad que le generaron Jelovac y Kravtsov y ganó en Hungría para conseguir una clasificación histórca para los octavos de final de la Eurocup.