El 6 de octubre de 1996 se quedó dormido. El día que debutaba con el Barça (contra la Penya Barcelonista Cinc Copes) tuvieron que ir a despertarle. Jugó con el Infantil B y marcó cuatro goles. El 6 de octubre del 2017 llegó media hora antes. No tenía partido ni con España ni con el Barça porque se lo impide una lesión muscular. Veintiún años después, Andrés Iniesta acudió al Campo Nou para que aquella bonita historia no tenga final.

A los 33 años, Iniesta no lloró como hizo toda la noche del 17 de septiembre de 1996, el primer día en La Masia. Tampoco lloró su padre José Antonio, a su lado, como siempre, sentado en la sala de prensa. Les faltó poco a ambos, cuando echaron la vista atrás y se sometieron a un fugaz repaso de toda una vida en el Barça que no ha acabado. Ni acabará, después de que Andrés firmara un contrato vitalicio.

Lo que acabará, algún día, es la práctica del fútbol. La carrera del futbolista mágico que debutó el 29 de octubre del 2002 en Brujas (Bélgica) no tiene final, ni escrito ni imaginado. El folio donde constaba que sería el 30 de junio del 2018 fue hecho trizas. El año lo decidirá aquel niño albaceteño blancucho y callado que ayer se plantó solo detrás de un micrófono para hablar hasta que le pararan.

ENTRArÁ EN EL CLUB / Cuando decida clausurar su brillante carrera en el Barça y es algo que decidirá única y exclusivamente él a final de cada temporada, continuará su vinculación al club azulgrana, en un cargo aún por determinar y en el que no quiere pensar, obsesionado por disfrutar de su condición de futbolista ahora que el tiempo corre en su contra, como confesó.

«Es el primer contrato en los 118 años de historia del Barça en que se renueva a un jugador para siempre», destacó Bartomeu, recordando que Iniesta llegó a Barcelona cuando tenía solo 12 años y la abandonará sin que exista una fecha concreta. Y el protagonista, interpelado, avergonzado, miró al vacío. «Es un sentimiento brutal el que tengo, porque el acuerdo me hace entender que confían en la honestidad, en la humildad de uno, en la persona», valoró Iniesta.