Emocionado, pero sereno. Con un secreto que no puede aún contar al mundo, que está punto de ser desvelado. Solo su mundo más restringido se cuela desde hace semanas («no es una decisión de ayer para hoy») en esa mente que se prepara para un adiós que nunca vio tan cercano como ahora. Andrés Iniesta se está preparando para el adiós. No, no es la decisión más importante de su vida. Aunque no lo parezca, no lo es. «La más importante fue cuando vine a Barcelona», recordó el capitán azulgrana en El Larguero de la Cadena Ser, evocando su firme voluntad —entonces tenía 12 años— de quedarse solo en la Masia.

«Esta es la segunda decisión más importante. Si sigo en el club de mi vida o me voy. Todo está meditado, pero no decidido. Más pena y más emoción que tendré yo no la tendrá nadie en este mundo», proclamó Iniesta, quien sí dejó bien claro que Rusia será su cuarto y último Mundial. ¿Y el Barça? «No quiero estar por estar en los sitios. Quiero ser honesto conmigo mismo. Si estoy es porque siento que estoy preparado para dar el 200% que exige el club de mi vida. Si no estoy es porque no estoy preparado para seguir al mismo ritmo», dijo el capitán del Barcelona

Preparado anda para cerrar en menos de tres meses más de una vida de culé. Llegó de Fuentealbilla con 12 años a la Masia, enclaustrado entre las piedras que se derretían con tanta lágrima, y se despedirá con 34 años convertido en un icono del Barça, depositario de su herencia futbolística como transmisor de una idea única. «Por mi cabeza pasan muchas cosas, hay cosas más potentes que otras. No tengo la decisión tomada al 100%», recalcó.

Sabe que lo debe decir pronto. Antes del 30 de abril. La cuenta atrás se inició hace mucho tiempo. «No es fácil, no es fácil. Nunca es buen momento para decirlo», confesó, asumiendo que debe debatir si «abre la puerta» que se le presenta. China le espera. No es solo un asunto económico, aunque, por supuesto, influye. Se siente fuerte, rescatado futbolísticamente por Valverde, para continuar en el Camp Nou. «Si me respetan las lesiones, me veo para estar en el 11 titular del Barça en los próximos dos años», dijo Iniesta.

Pero va mucho más allá del fútbol. Debutó en el 2002 cuando Van Gaal escribió su nombre en una libreta borrando, al mismo tiempo, el de Riquelme. Ahora, tras protagonizar la época más gloriosa del Barça y de la selección, se siente en deuda consigo mismo. «Vamos a ver lo que pasa por mi cabeza en los próximos días. Es una decisión muy difícil, ahora solo quiero seguir disfrutando del fútbol, de los entrenamientos, de todo», argumentó.

Una idea única / Es como si Iniesta saboreara ya los últimos sorbos de una carrera inigualable. No es cuestión de sentirse más querido o no, ahora que el Camp Nou le ha mostrado con su voz algo que sentía en silencio desde hace muchos años. «Yo sé el cariño que me tiene la gente, yo sé el respeto. He crecido con ellos, me han visto crecer», aseguró, anunciando que jamás jugaría en un club que pudiera «enfrentarse al Barça porque eso sería antinatural para mí».

¿China? ¿Estados Unidos? ¿Qatar? «Todos los escenarios son posibles, me veo jugando tres o cuatro años más», admitió. Hasta el Barça es un escenario posible, agradecido como está desde siempre al club que lo acogió siendo un niño. Lo ha hablado con Messi «y con otros jugadores».

«Todo esto es algo muy consensuado, muy madurado, muy hablado con mi familia», afirmó sin querer dar por hecha su salida. «Ya decidiré, no es el momento aún», añadió. «Quiero agradecerle a Valverde la confianza y el cariño que me ha mostrado desde la primera reunión que tuvimos. Sé que él estaría encantado de que estuviera en el Barça el año que viene. Será uno de los primeros que lo sepa, si no el primero».