Era su gran día. El partido más importante de su vida, como ella misma había señalado. Carla Suárez buscaba su primer gran título en Miami, donde había desplegado el mejor juego de su carrera y mostrado mucha solidez mental. Pero en la final ante la todopoderosa Serena Williams volvió la nerviosa Carla. La número uno del mundo fue una montaña demasiado difícil de escalar para la pequeña canaria, que desapareció del partido después del primer break y acabó encajando un contundente 6-2 y 6-0. La dolorosa derrota no empaña el grandísimo torneo de Suárez, que entrará mañana en el top ten mundial.

Los nervios parecían atenazar a Carla ya en el inicio. Dos dobles faltas en el primer juego, en el que sacaba, denotaban la presión que sentía ante el inmenso reto. Suárez, que a sus 26 años está disfrutando de su mejor momento, consiguió retener su servicio hasta el sexto juego. Levantó un 15-40 antes de ceder el primer break (4-2). Ese fue el punto de inflexión del partido. Después de salvar un par de set -ball acabó cediendo la primera manga por un contundente 6-2. Tras disponer de una bola de break, la canaria fue una sombra persiguiendo los truenos de Serena, que acabó resolviendo en apenas 55 minutos. Hoy, Murray y Djokovic se ven en la final masculina.