Trepidante desde el primer momento, un encuentro grande, de talla mundial. Era una final anticipada y la rivalidad constante entre los dos actuales mejores equipo de España auguraba un espectáculo digno de lo que se vio en el Príncipe Felipe. Nervios, tensión, golazos, grandes jugadas… puro fútbol sala con un héroe: Carlos Ortiz. El Espartano marcó los dos goles interistas y permite al Movistar Inter disputar la final y defender su corona.

El Movistar Inter arrancó mejor tras ahogar la salida de presión de un Barça que arrancó nervioso. Avisaron Daniel y Ricardinho de forma tímida y Elisandro, tras una enorme maniobra, de puro pívot, obligó a salvar con el pie Sedano. Fue el preludio del gol de Ortiz. Sacó de banda Daniel y se cruzó el capitán para meter el pecho y despistar al guardameta de Móstoles.

Como suele ocurrir en estos casos, hasta que no te meten un gol no despiertas. Eso le sucedió a los azulgranas, que comenzaron a tener ocasiones. Primero con un doble aviso de Joselito y después con un lanzamiento de Leo Santana cruzado. A cinco del descanso, Ferrao hizo cosas que solo Ferrao hace. Se marchó de forma maestra de un, hasta entonces, excelso Ortiz y, solo delante de Jesús Herrero, estrelló el cuero en el larguero. Bajaron las revoluciones, más pensando en el descanso y en no encajar que en marcar.

La igualdad siguió siendo la seña de identidad del encuentro. Los dos equipos estuvieron muy fuertes en defensa y solo los destellos individuales sobresalían, especialmente las de Ricardinho, dispuesto a ser el de las grandes ocasiones. El portugués se inventó un regate imposible y cruzó el balón al palo, todo esto en medio de dos grandes intervenciones de Jesús Herrero a Joselito y Leo Santana.

Igualó la contienda Esquerdinha con un sutil toque tras un maravilloso pase filtrado de Rivillos. Pero si maravilloso fue el servicio del exinterista, el de Ricardinho para el segundo tanto de Ortiz, previo paso por Daniel, fue una delicatesen. Solo al alcance de genios. Con cinco faltas cada equipo y tras un posible penalti a Lozano, la tensión siguió creciendo conforme se acercaba el momento de la verdad.

A cinco minutos del final salió Dyego para jugar de cinco. Pola perdonó dos veces y Jesús Herrero emergió con un pie milagroso ante el mismo Dyego y Esquerdinha la tuvo en el último segundo, pero lanzó desviado. La afición del Movistar Inter y toda la parroquia azul estalló de alegría porque podrán defender su corona en Zaragoza.