James Harden tiene acostumbrados a los aficionados al baloncesto a noches mágicas. Sus exhibiciones anotadoras en la NBA empiezan a convertirse en rutina. Pero lo de esta madrugada no tiene nombre. Nunca nadie había logrado 60 puntos y un triple doble. Hasta que llegó él y se empeñó en romper las estadísticas. Superó, en 46 minutos de juego, todas las marcas anotadoras de la temporada con 19 canastas en 30 lanzamientos de campo, incluido un 5 de 14 en triples y un 17 de 18 en tiros libres. Pero su exhibición no se quedó ahí, sino que, además, dirigió la victoria de los Houstons (114-107 frente a Orlando) con 11 asistencias, 10 rebotes y 4 robos de balón.

Así fue como Harden se convirtió en el hombre de la noche y de la temporada. Pues con los números del partido ante Orlando, batió la mejor marca anotadora del año, que estaba en poder de LeBron James (57 puntos) y se consagró como el mejor. Como un hombre capaz de superar al resto (batió también el mejor registro anotador de la historia de los Rockets que estaba en poder de Calvin Murphy con 57 puntos) y a él mismo. Y es que, el segundo mejor registro de la presente campaña eran los 56 puntos que James logró en un partido ante Utah el 5 de noviembre. Entonces parecía que había tocado el techo. Pero nada es definitivo cuando se trata de Harden.

MÁS CERCA DEL MVP

De esta forma, el escolta de los Houston se acerca a un título que la NBA le debe: el MVP. En el 2015 lo perdió contra Stephen Curry, aunque se llevó el premio de los jugadores. La temporada pasada, le ocurrió lo mismo con Russell Westbrook, que realizó una espectacular campaña en la que logró firmar un triple-doble en casi cada partido.

Pero este, parece ser su año. Por el momento es el máximo anotador de la temporada con 31 puntos, por delante de Antetokounmpo (28,5) y de Stephen Curry (28,1). Además, ostenta una media de 9 asistencias y 5 rebotes por encuentro.