El Real Zaragoza ha salido de muy mala manera de El Alcoraz. Su directiva también ha mostrado un gesto muy ágrio con su entrenador tras acabar el partido, un encuentro que lo tuvo con todos los vientos a favor tras marcar Dongou y ser expulsado Machis por doble amonestación justo antes del descanso. Pero el conjunto de Carreras regresó para afrontar la segunda mitad como si le hubieran extraído toda la sangre y buena parte de la matería gris. Era otra criatura. Temerosa, vacía, sin capacidad para crear fútbol ni ocasiones con dos delanteros y el revulsivo de Jaime Romero en la recta final. Terminó empatando como lo podría haber hecho perdiendo en superioridad númerica y aceptando una sonrojante incapacidad para ganar. Por parte de sus jugadores y de su entrenador, todos hipnotizados por el orgullo, el corazón, la inteligencia, el trabajo colosal y las decisiones de Anquela, que envió directamente a Carreras a la guardería en la batalla de los técnicos.

Necesitaban los tres puntos y se los plantaron en bandeja. Dongou hizo mucho para poner rumbo al triunfo exigido tras una asistencia perfecta de Pedro. Sin mucho ni poco, el Real Zaragoza sólo tenía que recoger la cosecha en El Alcoraz. El Huesca prendió fuego al encuentro, aprovechándose de todas sus virtudes y de las carencias de un rival que fue cayendo en picado hasta quemarse por completo en ese cortafuegos estratégico. La entrada de Samu Sáiz resultó fundamental. Se puso a flotar entre líneas y hundió al Real Zaragoza con un torpedo de bandera, sorteando muñecos de trapo para armar un disparo descomunal y exquisito, inalcanzable para Manu Herrera. Un tanto de 9 contra 11 ya en que ese instante Íñigo López yacía tendido por lesión fuera del terreno.

Ese empate acabó con el equipo de Carreras y con el técnico catalán. Si ya habían salido desnudos pese al 0-1, el gol de los azulgrana convirtió a su enemigo en una auténtica marioneta manejada con mínima destreza por su entrenador. Anquela, sin embargo, parecía Karpov frente a ese atractivo tablero que pobló de guerreros, añadiendo a Íñigo Ros, retrasando a Bambock a la zona de centrales y añadiendo a Morillas de interior. Jaque mate en 45 minutos, enrocándose para defender y atacar sin una pieza del valor de Machis...

El Real Zaragoza sacó un punto para agarrarse como un náufrago a la sexta plaza, pero su imagen es ahora mismo la de un cadáver flotando en ninguna dirección. Depende de sí mismo para luchar por el ascenso a la espera de Oviedo y Llagostera. En El Alcoraz, en el derbi aragonés, ha sembrado todas las dudas sobrepasado futbolística y tácticamnete por un contricante que lucha por la permanencia. Por un Huesca magnífico.

- Ficha Técnica:

1 - S. D. Huesca: Leo Franco; Nagore, Iñigo López (Iñigo Ros, m. 56), Carlos David, Cristian Fernández; Bambock, Mérida; Tyronne ( Mortillas, m. 74), Camacho (Samu Saiz, m. 56), Machís; y Luis Fernández.

1 - R. Zaragoza: Herrera; Isaac, Guitián, Cabrera, Abrahan (Tarsi, m. 81); Morán; Pedro ( Jaime, m. 69), Diamanká (Angel, m. 73), Dorca, Lanzarote; y Dongou.

Goles: 0-1, m. 26 Dongou; 1-1, m. 61, Samu Saiz.

Arbitro: Trujillo Súarez (Comité Territorial Tinerfeño). Expulsó por doble amonestación a Machís (m.44). Mostró tarjetas amarillas al local Mérida y por parte de los visitantes a Abrahan e Isaac.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuadragésima jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio del Alcoraz ante 5.200 espectadores.