"Karabatic era un dios y ahora le están dando mucha caña. Hablan de la caída de un mito", cuenta Jorge Maqueda, testigo indirecto del terremoto que ha sacudido el balonmano francés en los últimos días. Nikola Karabatic, líder de la mejor selección francesa de la historia, campeón de todo, ha ocupado todas las portadas, todos los telediarios, y esta vez no ha sido por sus éxitos, sino por protagonizar un escándalo de apuestas y partidos supuestamente amañados. El Montpellier, campeón de Francia, perdió la temporada pasada en Cesson y familiares de algunos jugadores ganaron hasta 200.000 euros en las apuestas, lo que alertó a las autoridades.

"Tampoco se sabe toda la verdad, se dicen muchas cosas pero hay cierta confusión. Los hermanos Karabatic sí han reconocido que sus parejas apostaron, pero ellos no jugaron ese partido. De momento no pueden jugar y no está claro si el club les acabará rescindiendo el contrato. Es una lástima acabar así por ganar cuatro duros...", continúa el exjugador del Balonmano Aragón. Maqueda está ahora en Nantes, donde el escándalo llega pero menos. "Aquí no se habla tanto, supongo que en Montpellier será el tema de conversación". Porque el balonmano es un deporte tremendamente popular en Francia. "Después del fútbol están el rugby y el balonmano, al menos en cuanto a repercusión". Como ejemplo, en el Nantes-Tremblay del miércoles hubo unas 4.500 personas.

El impacto del escándalo es incalculable. Además de por el estatus de Karabatic, porque el Montpellier fue la gran punta de lanza del impulso que ha llevado a la Liga francesa a ser la segunda mejor de Europa por detrás de la Bundesliga. El conjunto galo pagó un millón de euros al Kiel para llevarse a su gran estrella y revitalizar la competición francesa. "El Montpellier era aquí como el Barcelona en España, estaba a otro nivel. Pero ahora el Paris tiene más dinero con la llegada de unos inversores árabes y este año va a arrasar en la Liga", explica Maqueda.

El toledano disfruta de la experiencia mientras va aprendiendo francés y de una competición muy diferente a la Asobal. "La Liga es muy dura, muy física, pegan más. De hecho, en España tenía fama de durillo y aquí soy de los que menos pega". En Nantes se ha juntado con otros tres españoles, Valero Rivera, Borja Fernández --ex del BM Aragón-- y Alberto Entrerríos. "Coincidir con ellos ha sido una suerte porque me ha facilitado la integración", añade Maqueda, que espera poder volver a competir pronto en Zaragoza.