--¿Qué sensaciones le deja el inicio de Liga del Zaragoza?

--Sobre todo, que esos tres puntos que llevamos podían y deberían haber sido más. El equipo ha competido siempre, metido en los partidos y con posibilidades. Hay una plantilla acorde a las directrices del entrenador, se ha conseguido patrimonio, algo que era importante porque la gente estaba preocupada por esa descapitalización y creo que este Zaragoza debe ir creciendo con el paso de las semanas.

--Este Zaragoza va a ser un rival difícil de ganar, pero al que le cuesta mucho marcar goles.

--Es que solo hay que mirar cómo se ha fichado. Han llegado muchas incorporaciones para atrás y para el medio para hacer un bloque rocoso. El año pasado el equipo creía mucho, tenía fe y resolvía los partidos por una diferencia escasa de goles. Un equipo que piense en la permanencia tiene que partir de un trabajo defensivo fuerte y después ir mirando hacia arriba. Pocos se pueden permitir partidos a tumba abierta e ir solo al ataque.

--¿Hay mejor o peor equipo que al inicio de la Liga pasada?

--El dato objetivo son los resultados y hay que esperar. Hace un año nos hizo mucho daño una racha nefasta de la que se tardó en salir. Tal y como se está trabajando, este Zaragoza es de garantías. Creo que hay plantilla para hacer un buen papel. Pero todo es relativo. A lo mejor quedamos décimos y eso no quiere decir que sea mejor éste que el Zaragoza de la temporada en que vine. Se hizo mirando alto, se decía que era uno de los mejores de la historia y descendió.

--Molinos habló incluso de Europa y Jiménez de solo la permanencia. ¿Usted qué piensa?

--Que después de los tres últimos años el objetivo básico, primordial y fundamental es la salvación, lo que no significa que, una vez que se alcance, no se aspire a más. Lo que queremos es no tener que hacer una segunda vuelta como el año pasado, sino sumar puntos cuanto antes.

--¿Cómo ve al entrenador? Ha asumido responsabilidad en la confección de la plantilla y eso puede pasarle factura.

--No tiene por qué. El equipo se ha hecho bajo sus directrices y eso conlleva más responsabilidad. En el día a día no solo no ha bajado un ápice la intensidad sino que todavía se le ve con mayor ímpetu y con más ganas.

--Gay y Aguirre propiciaron las remontadas y en la segunda temporada llegó la destitución. ¿Le puede pasar eso a Jiménez?

--Espero que no porque eso querría decir que no estaríamos haciendo nuestro trabajo y el equipo iría mal clasificado. Pienso que no va a ocurrir. Tengo confianza y siento que se han hecho las cosas bien y con sentido. Partiendo de ahí, los resultados acaban por llegar o por lo menos llegan con más facilidad.

--¿Qué fichaje de los trece le ha sorprendido más?

--José Mari, sin duda. Venía para el filial, desconocido y hasta algo mayor para llegar al segundo equipo y se ha ganado con todos los méritos y haciendo un trabajo extraordinario estar en la primera plantilla.

--Da la impresión que la aportación de Romaric y Apoño va a ser clave en el nivel del equipo.

--El centro del campo es básico. Grandes equipos se han hecho históricos por tener buenos mediocentros. Si Apoño y Romaric están a un buen nivel el salto que dará el equipo será importante. Si no lo están, ese nivel lo tendrán que aportar otros.

--Jiménez pidió hasta el final un central que no vino. ¿Hacía falta?

--Si el míster lo consideraba... En cuanto a número somos cinco contando a Goni, por lo que está bien. En cuanto a calidad, la Liga lo demostrará, pero yo veo la parcela defensiva del equipo bien ajustada.

--¿Y Movilla?

--Fue una sorpresa y a mí me parece un acierto total. Y no solo por la veteranía y por la experiencia. Viene de jugar 38 partidos en el Rayo. Eso supone un nivel técnico, físico y mental importante y por eso es por lo que quiero a Movilla en el Zaragoza.

--También ayudará mucho en el vestuario, claro.

--Conoce bien la casa y tiene un amplio bagaje como jugador de Primera. Por supuesto que será importante su aportación en la cohesión del grupo.

--Sexta temporada en el Zaragoza. Son muchas ya.

--Sí, la verdad. No solo en el Zaragoza, sino en el fútbol actual estar tanto tiempo en un equipo es casi extraordinario.

--Y en esta temporada es primer capitán desde el inicio. Hace un año ese puesto era de Ponzio.

--Ese brazalete conlleva más responsabilidad. Y después de estar tanto tiempo se coge con ganas, con ilusión porque sabes que desde esa posición tienes más capacidad para ayudar a lo que el equipo quiere conseguir. Además, al venir mucha gente nueva y bastantes futbolistas jóvenes, no solo es misión mía como capitán sino también del grupo intentar que la adaptación sea lo más rápido posible para que el Zaragoza consiga resultados. Hacer un grupo fuerte es vital para que el equipo logre sus objetivos.

--En junio pasado expiró su contrato, pero su renovación por dos años fue sencilla y rápida. ¿Cómo se la tomó?

--Como un fruto del trabajo de cinco años. Siempre dije al venir en el 2007 que mi idea era cumplir todo el contrato que firmaba. Soy una persona que pienso mucho en el futuro, en planificar y, si decidí venir aquí, es porque también vi que el Zaragoza era un destino que reunía condiciones para estar mucho tiempo. Al llegar el fin de contrato las posturas del club y la mía eran coincidentes y se tomó esa decisión. La verdad es que tampoco lo pensé más de la cuenta.

--¿Siente que se ha ganado ya el cariño de La Romareda?

--Lo que palpo todos los días es que la afición del Zaragoza me tiene mucha estima como persona y como jugador.

--Por primera vez arranca una temporada como central y no como lateral izquierdo. Ahí la diferencia es clara con respecto a toda su carrera.

--Cambia un poco la mentalidad, claro. Manolo Jiménez, al hablar de la posibilidad de seguir cuando terminó la temporada pasada, la idea que me dejó clara era la de partir como central y después, dependiendo de las opciones, estar a disposición como lateral. Por eso, es inevitable que ya me fije más en las cosas de esa posición. Antes miraba más a los laterales izquierdos de los rivales y ahora miro más a los movimientos de los centrales para tirar de recursos. Eso sí, la preparación y la mentalización es la misma sea cual sea el puesto, porque el objetivo es el mismo: dar el máximo.

--Pero, ¿qué siente que es, central o lateral izquierdo?

--Ahora juego de central y siento que ésa es mi posición y que solo circunstancialmente puedo jugar de lateral. Yo ahora ya pienso como un central.