--Ante el Eibar solo vale la victoria tras tres partidos sin ganar.

--Es verdad, toca hacerlo ya. En Tarragona ya se vio una buena imagen, pero no conseguimos ganar. Sin embargo, en casa no podemos fallar, no podemos concebir otra cosa y es lo único que se nos pasa por nuestra cabeza. Pero será un partido duro, de tener paciencia, similar al del Castellón, un enemigo que se cierra atrás y que va a buscar su oportunidad. Esperemos que no nos hagan gol en una acción aislada como pasó el último día y que nosotros podamos marcar cuanto antes para jugar con algo más de espacio.

--¿Se puede hablar ya de la primera final para el Zaragoza?

--Queda mucho para hablar de finales, pero en casa no podemos hacer otra cosa que vencer. Hay que ganar cada partido en La Romareda, es una obligación.

--Habla de paciencia. La afición tendrá también que tenerla.

--La grada lo que quiere es que el equipo gane y a veces muestra su descontento con lo que ve. Pero hay que estar al margen de eso y que la gente se enganche con nosotros a base de jugar bien y de ganar, que es de lo que se trata.

--Marcelino se ha quejado en los últimos días de que percibe falta de unión en el entorno del equipo.

--Es una opinión personal suya y yo no me he parado a analizar todo esto. Nos dedicamos a entrenar y a dar el máximo. Puedo entender el descontento de la gente, por lo que se vivió el año pasado, y eso es complicado de superar. Pero a mí eso no me tocó vivirlo sino lo de ahora, una época dura en Segunda que espero que solo dure hasta junio.

--Pero, ¿se sienten respaldados?

--Yo creo que sí. La gente apoya al equipo y quiere que esté en Primera, pero a veces pretende que sea más rápido de lo que puede ser. Nadie nos va a quitar estos diez u once meses en Segunda y deseamos que no sea otro año más. Queremos subir y vamos a darlo todo.

--En los últimos partidos, usted y Oliveira no han estado al nivel que mostraron al principio de Liga. ¿A qué lo achaca?

--Puede ser que estemos más vigilados. En los últimos partidos no hemos estado tan acertados como al principio y se ha podido notar. Intento dar todo siempre y hacerlo lo mejor posible, como el resto, no solo Ricardo o yo. Pero no siempre se puede conseguir.

--El caso es que ustedes dos bajan el nivel y el Zaragoza no gana.

--Es complicado establecer esa conexión, porque aquí todos somos importantes. Llevamos solo dos puntos en tres partidos y ese balance no se lo puede permitir el Zaragoza. Ha venido esta racha mala, estamos fuera de la zona de ascenso, y lo que queremos es volver a coger un momento bueno y volver a situarnos ahí. Aun así, en Segunda hay mucha igualdad y es difícil ganar, no es tan fácil como pueda parecer.

--En Tarragona tuvieron ocasiones, pero no llegaron goles. El equipo parece haber perdido esa pegada que tuvo al principio de Liga.

--Los enemigos saben bien contra quién juegan y cómo plantear el partido. Ante el Castellón se vio que el rival iba a por el 0-0 y algo parecido hizo el Nástic, aunque estaba en su campo. Será la tónica general a lo que nos enfrentaremos, pero si tenemos acierto resolveremos partidos porque ocasiones habrá seguro.

--En la segunda parte ante el Nástic el equipo tuvo más el balón y no hizo un fútbol tan directo. ¿Por ahí está el camino a seguir?

--Tuvimos posesiones más largas e hicimos ocasiones. Depende del partido y, cuando los equipos se cierran tan atrás, lo más difícil es abrir esas defensas. Y más en campos que no están tan bien como La Romareda. Se puede hablar mucho, pero a la gente no le puedes contar historias y lo que quiere es ganar. Es lo que nos vale y lo que nos hará huir de Segunda. Hay que jugar de la manera más efectiva posible para vencer, nada más.