Ni la explosión del escándalo de corrupción dos días antes de las votaciones ni una amenaza de bomba en la sede de la FIFA en Zúrich evitaron que Joseph Blatter fuera reelegido ayer presidente del máximo organismo del fútbol mundial. Será el quinto mandato para el dirigente suizo, de 79 años y que lleva 17 en el cargo. Blatter sacó en la primera votación 133 votos, por 73 del príncipe jordano Alí Bin Al Husein, pero al no llegar a la mayoría cualificada de dos tercios tenía que esperar a la segunda vuelta para ganar. Finalmente, su rival decidió retirar su candidatura y no se tuvo que votar de nuevo para que fuera reelegido tras un congreso muy agitado por todo lo vivido en los últimos días.

"Agradezco que me hayáis aceptado para los próximos cuatro años. Voy a estar al mando de este barco de la FIFA y lo vamos a volver a llevar la playa", aseguró tras su triunfo. Pese a su victoria, Blatter era consciente de que su figura estaba más en entredicho que nunca. El ambiente vivido ayer en Zúrich en nada se parecía al paseo militar hace cuatro años, cuando obtuvo 186 de los 203 votos.

OCHO EN 111 AÑOS

Una victoria, la del 2011, facilitada por la inhabilitación del catarí Mohamed Bin Hammam por compra de votos. La sombra del amaño en la concesión de los Mundiales a Catar y Rusia y la detención de dos vicepresidentes y 12 directivos de la FIFA planeaban sobre la 65ª asamblea de la FIFA. Blatter decidió abordarlas directamente al abrir el congreso. "Me hacen responsable de esta tormenta. De acuerdo. Asumo esta responsabilidad y estoy dispuesto a seguir adelante. No necesitamos una revolución", dijo en su primera referencia al escándalo, tras dos días de silencio. "No quiero hablar de coincidencia de que todo esto saliera a tres días de las elecciones, aunque igual habría que pensarlo", añadió.

El mandatario confiaba en que la FIFA siguiera la tradición y volviera a apostar por la continuidad. Este organismo solo ha tenido ocho presidentes en 111 años de historia, un dato que revela un claro continuismo en la institución. Joao Havelange, predecesor de Blatter, estuvo nada menos que 24 años en el cargo. Si cumple su mandato, el actual presidente llegaría a los 21, quedando muy cerca de igualar a Havelange.

EN LA ENCRUCIJADA

"Estamos en la encrucijada del fútbol y debemos resolver los problemas, no esconderlos", había defendido Bin Al Husein, el aspirante al cargo antes de que llegara la votación. Una amenaza de bomba provocó que la sesión de la tarde empezara con 15 minutos de retraso y añadiera más tensión aún al ambiente. El resultado no sirvió para acallar a las voces críticas. "Hoy fue otro día negro en Zúrich. Perdió la FIFA, pero sobre todo perdió el fútbol y todos aquellos que verdaderamente se preocupan por él", comentó Luis Figo un comunicado. El exfutbolista portugués, que se había postulado para reemplazar a Blatter y que hace unos días retiró su candidatura a la presidencia, tildó de "cínica" la reacción del presidente.