El juez Picazo, titular del juzgado de instrucción n° 5 de Zaragoza, ha requerido a Agapito Iglesias y a la Fundación Zaragoza 2032 los contratos de cesión que dieron forma a la operación por la que el soriano dejó todas sus acciones de la sociedad anónima deportiva en manos del grupo liderado por César Alierta. El juez exige a ambas partes que aporten el contrato de compraventa en un plazo máximo de tres días, que se ingrese en la Cuenta de depósitos y consignaciones el valor de dicha compraventa y un documento en el que conste la reversión de las acciones del Real Zaragoza.

Lo que pide Picazo son las firmas de todos los empresarios aragoneses devolviendo a Agapito Iglesias el club después de ser incapaces de encontrarle una solución en los 50 días que estuvieron al mando. Ayer mismo se produjo la última firma puesto que James Brumwell ratificó en el consulado español en Londres la firma hecha por su abogado la pasada semana.

Picazo también ha requerido al Juzgado de lo Mercantil n° 2 información para saber si Agapito ostenta créditos y de qué tipo, dentro del procedimiento concursal del Real Zaragoza que se sigue en ese órgano judicial.

El soriano ya tiene permiso para salir de España. El magistrado se lo concedió el pasado viernes después de que en un primer momento se lo rechazara sin saber para qué quería viajar a Reino Unido e Italia. El juez, eso sí, no le ha devuelto el pasaporte, así que solo podrá viajar al espacio Schengen con su DNI.