El futbolista brasileño Robson de Souza, Robinho, fue condenado ayer por la justicia italiana a nueve años de prisión por participar en una violación en grupo a una joven en una discoteca en Milán en el 2013. La jueza Mariolina Panasiti, de la novena sección penal del Tribunal de Milán, condenó a Robinho por la violación de una joven albanesa de 22 años el 22 de enero del 2013, una agresión en la que participaron otras cinco personas, cuando el futbolista jugaba en el Milan, club por el que fichó en el 2010. «Todas las disposiciones legales ya están siendo tomadas acerca de esta decisión en primera instancia», señaló el futbolista en un comunicado. El jugador se reafirmó en su inocencia: «No tuve ninguna participación en ese asunto».

Según consta en el informe, Robinho y sus cinco acompañantes «abusaron de las condiciones de inferioridad psíquica y física de la persona atacada, que había ingerido sustancias alcohólicas de manera insidiosa y fraudulenta, consistente en ofrecerle beber hasta el punto de dejarla inconsciente e incapaz de oponerse». En ese estado, Robinho y sus cinco acompañantes llevaron a la mujer al guardarropa del Sio Café de Milán, donde se llevaron a cabo las violaciones. El tribunal que lleva el caso fija la cantidad de 60.000 euros para la mujer en concepto de indemnización.

Robinho, de 33 años, que durante su carrera ha pasado por clubs como el Madrid (2005-2008) o el Manchester City (2008-2010), milita desde el año pasado en el Atlético Mineiro.

En octubre del 2014, cuando trascendió la noticia de que Italia le investigaba por estos hechos, el jugador los desmintió a través de un comunicado en el que proclamó su inocencia. Ahora, según publica el periódico La Stampa, la víctima de la violación confirmó en su declaración todas las acusaciones que pesan sobre Robinho y sus cinco acompañantes, que son también brasileños y en principio su procesamiento aún no se ha producido.

En el 2009, cuando participaba en la liga inglesa, se supo que Robinho estaba siendo investigado por la policía por una presunta violación en un club nocturno de Leeds, aunque, tras ser sometido a un interrogatorio, fue puesto en libertad bajo fianza. El futbolista negó esas acusaciones. «Niego categóricamente cualquier acusación de haber cometido algún crimen y estoy dispuesto a colaborar con la policía». escribió el futbolista en su página web.

Ahora todo es distinto tras su condena por la justicia italiana. Eso sí, la posible extradición a Italia de Robinho parece complicada según las leyes de Brasil, que en uno de sus artículos, redactados en 1938, deja claro que en ningún caso será concedida la extradición de un ciudadano brasileño a un país extranjero. También recoge ese texto que el ciudadano será juzgado en su país si el hecho contra él constituyese una infracción según la ley brasileña.

Robinho fue fichado por Florentino Pérez en el 2005 durante la primera etapa del actual dirigente blanco. El club blanco pagó 18 millones al Santos por un jugador del que se decía que estaba destinado a ser el sucesor de Pelé. El propio futbolista anunció que llegaba al Madrid para ser «el mejor del mundo», pero después de ganar dos Ligas y una Supercopa en cuatros años, no respondió a las expectativas.