Pepe Reina, portero español del Nápoles, regresó a Italia aquejado de un problema muscular en su gemelo derecho, que le impedirá jugar con la selección española los partidos ante Israel y Francia, dejando su lugar al guardameta de la sub-21 Kepa Arrizabalaga. La evolución de Reina, que el martes se sometía a unas pruebas médicas y ayer miércoles se probó sin buenas sensaciones, no fue la esperada por el jugador y el cuerpo técnico, que finalmente decidieron que no viaje a Gijón.

Mientras, el encargado de antender ayer a la prensa fue Gerard Deulofeu. Aunque el Barcelona puede respescarle del Milan por 12 millones, aseguró que no piensa en lo que pueda ocurrir en verano porque solo está centrado en el presente, para evitar que se le vaya «la cabeza», convencido de que «pensar más allá es el camino incorrecto». El jugador aseguró que su paso por Milán está siendo muy positivo. «He encontrado la regularidad en el Milan, soy mucho más inteligente en el campo, para eso estoy trabajando dentro y fuera del campo. Estoy muy contento de estar en la selección, espero ayudar al equipo y poder venir muchas veces más». Asimismo, considera que es una de las claves para poder entrar en los planes de Julen Lopetegui, como en esta convocatoria.