Kevin Lacruz vuelve a su ciudad tras dos años fuera de Aragón. Ayer se hizo oficial su fichaje por el Ebro --que también anunció al delantero Txema Pan, procedente del Barakaldo--, por lo que también regresa al club en el que comenzó a jugar a fútbol. "Si hay un club al que le tengo especial cariño es el Ebro, porque allí empecé a jugar en la categoría de benjamines", comentó el propio Kevin.

Aunque volver a residir en la capital aragonesa es un factor de peso, el Ebro también se trata de un club que está conformando un proyecto, cuanto menos interesante, lo que también ha convencido al zaragozano: "Enseguida acepté porque considero que es un reto muy ilusionante el que se está planteando".

El jugador aragonés no lo dice sin desconocimiento alguno. Ha estado siguiendo la actualidad de los blanquiazules durante este verano y la plantilla que están conformando. "Tal y como está trabajando el club, hizo que me ilusionara más todavía la oferta que me hicieron", cuenta. Pero Lacruz destaca sobre todo la importancia de la figura de Ander Garitano: "Que esté al mando de la dirección deportiva del club, es muy ilusionante y muy importante. Va a ser un reto muy apasionante para todos nosotros". Lacruz aportará mucha polivalencia, ya que la pasada temporada también jugó de lateral diestro, puesto en el que se encontró "bastante cómodo". A pesar de ello, su sitio ideal es el centro del campo.

EN PROGRESIÓN

Tras haber jugado dos temporadas en Segunda B con el filial zaragocista (aparte de sus escasas participaciones con el primer equipo), se marchó al Betis B, con el que logró el ascenso desde Tercera. El curso anterior supuso un gran salto para el aragonés, al estar a punto de conseguir el ascenso a la Liga Adelante con el Guadalajara. "Gané mucha experiencia, a pesar del dolor que supone caer eliminados en los playoffs", explicó. Kevin espera "esforzarse al máximo" para la consolidación del Ebro en Segunda B.