Emoción y decepción. Hola y adiós. El debut de Petra Kvitova y Angelique Kerber en Roland Garros fue muy distinto. La tenista checa volvía ayer a la central Phlippe Chatrier después de estar apartada durante seis meses del circuito al ser asaltada y acuchillada en su casa de Prostejov en diciembre y se marchó de la pista aclamada y emocionada por poder volver a jugar y por una victoria ante la estadounidense Julia Boserup (6-3, 6-2) que, confesó, emocionada, «era lo menos importante hoy». Una alegría que no tuvo la tenista alemana, que se marchó deforma muy distinta con una derrota ante la rusa Ekaterina Makarova (6-2, 6-2), siendo la primera vez en Roland Garros que la número 1 mundial cae en primera ronda.

Radiante, feliz, como si fuera una júnior Kvitova había anunciado el pasado viernes su decisión de estar en el torneo. «Estoy contenta de veros a todos de nuevo ¿Me extrañásteis?», preguntó a los periodistas ese día. Volvía al circuito después de que el 20 de diciembre un hombre que asaltó su casa le cortó con un cuchillo los tendones de los dedos de su mano izquierda. «La vida me ha dado una segunda oportunidad», decía la exnúmero 2 mundial (ahora 16) y campeona de Wimbledon 2012 y 2014. Kvitova, de 27 años, no tenía claro que pudiera volver a coger una raqueta. Lo ha logrado.

Hoy estarán en la central los campeones Djokovic (se enfrenta a Granollers) y Garbiñe Muguruza (ante Schiavone) y también debutará Nadal (contra Paire). Ayer pasaron a segunda ronda Carreño, Ramos, García López y Robredo. Perdieron Sorribes y Arruabarrena.