El polaco Michal Kwiatkowski (Sky) corroboró el gran estado de forma que mostró en el pasado Tour y fue el ganador de la 37 edición de la Clásica San Sebastián, al esprint, en una jornada en la que su compañero español Mikel Landa, que fue quinto, fue el gran animador de la carrera.

Todo se decidió a partir del segundo paso por Jaizkibel (1ª categoría). Arkale hizo la primera selección con hombres como Henao o Enric Mas, al que muchos ya coronan como sucesor de Alberto Contador, o el ciclista del Sky Gianni Moscón, ciclistas con capacidad para plantarse en la meta de San Sebastián si no había acuerdo atrás. Lo intentó el italiano pero fue cazado a diez kilómetros de meta.

Atacó entonces Vanendert, pero detrás achuchaban los favoritos, Mikel Landa, Simon Yates o Rigoberto Urán, entre otros. Landa lanzó un ataque demoledor al que sólo pudo responder inicialmente Tony Gallopin, ya que Urán se ahogó en la subida y cedió metros después del intento de seguir al líder del Sky, algo que sí pudo hacer tras un esfuerzo titánico el ganador de la pasada edición, Bauke Mollema.

Michal Kwiatkowski enlazaba con Landa en la bajada y se formaba un grupo de cinco, con los dos Sky y Gallopin, Tom Dumoulin y Mollema, que se iban a jugar el triunfo en las calles abarrotadas por los aficionados en la capital donostiarra. Landa lanzó su ataque en los últimos metros, desgastó a sus rivales y dejó el camino franco en el reducido esprint a Kwiatkowski.