La magistrada del juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza y la Policía Judicial de la Guardia Civil buscan a otras cinco posibles víctimas de abusos y episodios de exhibicionismo protagonizados por el delantero del Real Zaragoza Braulio Nóbrega. Este quedó el miércoles por la tarde, tras declarar en el juzgado de guardia, en libertad provisional imputado por un delito de abuso sexual cometido el lunes en plena calle sobre una vecina de Cuarte de Huerva.

En sus declaraciones ante la Guardia Civil y en el juzgado aseguró recordar que en el último mes había cometido "otras tres" acciones como la que llevó a su detención: abordó por la espalda en plena calle y a primera hora de la mañana a una joven y, tras un forcejeo en el que cayeron al suelo, le efectuó tocamientos libidinosos en sus partes íntimas. El futbolista únicamente admitió haberle hecho un rápido toqueteo antes de salir corriendo.

Ninguna de esas víctimas había denunciado ayer los hechos. Nóbrega no describió los episodios ni a las mujeres, pero sí señaló que los cometió en la misma zona y de día. Los investigadores tratan de identificarlas para recabar sus testimonios.

A esta tarea se unió desde el lunes la localización de otras dos o tres mujeres que en las últimas semanas fueron víctimas de un sátiro en Cuarte, en las inmediaciones del Mercadona --calle Emperador Domiciano-- y de la escuela y la guardería locales. La Policía Local de ese municipio había organizado en ese área un dispositivo especial tras recibir tres denuncias telefónicas --no formalizadas por escrito-- en las que una mujer les alertaba de que un joven que vestía ropa deportiva le había toqueteado un seno y después se había burlado de ella --"te he tocado una t...", le cantó--, otra les explicaba que un joven le había mostrado el pene y, por último, una señora entrada en años les narraba cómo, cuando caminaba por el Camino del Plano, el conductor de un deportivo negro le llamaba para que se acercara al vehículo y, al aproximarse, alardeaba de estar masturbándose. Únicamente el primero de esos hechos guarda similitudes con el confesado por Braulio, que no habló de exhibicionismo en ninguno de los dos interrogatorios.

"NECESITO AYUDA" Nóbrega se mostró ante el juez consciente de que padece un desarreglo mental: "Sé que necesito ayuda", dijo. Según explicó, cometía los ataques "sin ninguna preparación", en la calle y a plena luz. Su razón para seleccionar el lunes a su víctima, dijo, fue "ser la primera que pasó por el lugar".

El delantero zaragocista no tiene antecedentes penales pero sí policiales: tiene ficha en el Cuerpo Nacional de Policía desde mediados de octubre del año pasado, cuando fue detenido por acosar telefónicamente a varias empleadas de una peluquería, a las que llamaba desde su móvil para proferir frases de carácter libidinoso. Fue condenado por una falta, por lo que su filiación no consta en el Registro de Penados.

Braulio se expone a una condena de uno a tres años de cárcel, o a una fuerte multa, por un delito de abusos --se multiplicaría por el número de cargos cuya autoría fuera probada--. El exhibicionismo se castiga con hasta un año de prisión por episodio.