El club hará al menos una docena de fichajes y no va a contar con un presupuesto excesivo para la plantilla. Al contrario. Los jugadores cedidos, el mercado de Segunda y los futbolistas que acaban contrato aparecen como prioridades, pero en todo caso, el llamado pasillo de seguridad, que integran los centrales, el mediocentro creativo, el mediapunta y el delantero de referencia, sobre todo este último, serán los destinatarios de la inversión más alta.

Jiménez quiere dos centrales de nivel y el eje es prioritario, mientras que en el mediocentro la apuesta más cara y difícil es intentar la continuidad de Apoño, por el que el Málaga va a exigir un traspaso y que cuenta con el interés del Betis y una oferta del Dnipro.

La mediapunta es una posición clave y ahí la apuesta está clara desde que acabó la Liga. Se va a intentar el difícil regreso de Cani, que en cualquier caso tendrá que ser en forma de traspaso --el Villarreal no quiere cederlo-- y con un contrato elevado. Arriba, Jiménez está pendiente del futuro de Postiga y de Aranda. La continuidad del malagueño parece segura y el luso depende de la voluntad de Mendes --Levante, Deportivo o Betis han preguntado por él--. En todo caso, vendrá al menos un delantero de referencia y la primera apuesta es conocida: Diego Costa, aunque su elevado número de pretendientes --Getafe, Real Sociedad, Mallorca... -- y el hecho de que no quiera volver a salir cedido del Atlético son un problema importante.