Los jugadores del Real Zaragoza abandonaron ayer el estadio de El Molinón visiblemente satisfechos por el triunfo conseguido ante un rival directo en la lucha por la permanencia. "Es el gol soñado. Llega en el último minuto, te da la victoria y nos pone a otro pasito de la salvación. Es el premio a todo el trabajo que vengo haciendo personalmente y que quizás no se me ha visto ratificado con goles. A los jugadores de arriba se les valora solo injustamente por marcar goles, pero este gol me hacía mucha falta", dijo Ángel Lafita, que fue el autor del segundo gol zaragocista. El aragonés también tuvo un recuerdo para la afición, porque "han vuelto a estar con nosotros y nos han apoyado mucho".

El encargado de darle el pase de gol a Lafita fue Franco Zuculini, que en la segunda parte sustituyó a Tomislav Dujmovic. "Gracias a Dios, Apoño me pudo ver que entraba por la banda derecha y, tras controlar bien, le dí como pude. Por suerte, Lafita estaba allí y consiguió marcar, porque en caso de haberle dado bien yo creo que el balón se hubiera ido fuera", comentó Zuculini, quien añadió: "Nunca me había pasado marcar tantos goles a última hora de los partidos. Esto es señal de que se puede y de que podemos lograr nuestro objetivo".

SEGUIR VIVOS Por su parte, el portero Roberto destacó el esfuerzo del equipo por seguir vivo en la lucha por la salvación. "Estamos exprimiendo todo lo que tiene el equipo. Lo único que nos vale es ganar y lo sabemos, pero seguimos estando lejos y hay que ser cautos una semana más. Eso es lo que nos permite afrontar el siguiente partido con la máxima motivación y muy preparados", dijo el guardameta zaragocista. Además, el portero resaltó: "Ojalá que el trabajo, el esfuerzo y la humildad puedan dar al final el fruto deseado. Cada partido estamos demostrando que lo nuestro es un ejercicio de fe y que vamos a pelear por lograr la salvación hasta el final".