Como se esperaba, la Liga dio su autorización en la mañana de ayer a la disputa del partido pese a mantenerse la convocatoria de huelga de los trabajadores del Real Zaragoza. El club, en un comunicado, anunció que el servicio de acceso y acomodamiento en el estadio puede verse afectado, por lo que pidió que los aficionados lo tengan en cuenta antes de ir al encuentro, para el que se abrirán las puertas una hora antes. Del mismo modo, el club aseguró que la seguridad en el choque está plenamente garantizada.

La huelga la convocan tanto los cerca de 80 trabajadores fijos discontinuos, que se encargan de abrir La Romareda los días de partido, como los otros 30 empleados del club. El fundamento es que los trabajadores aseguran que el club no atiende las peticiones de que contrate más fijos discontinuos en los días de partido y que la entidad ocupa esos puestos con una empresa exterior, Euroibérica.

Así, hoy abrirán La Romareda unos 35 trabajadores de Euroibérica y solo 12 del club --cerca de 50 en total--, que tienen que acudir por un Real Decreto de 1967 que alude a los servicios para mantener la seguridad y la limpieza de las instalaciones. La entidad inicialmente fijó la cifra de ese servicio en 22, a lo que el comité de empresa se negó y ayer finalmente quedó en 12.

Tras el partido, el comité de empresa decidirá las medidas a tomar ahora. Mantener la demanda por esa contratación de trabajadores de una empresa externa, presentar otra por los que hoy acudirán a La Romareda o convocar una nueva huelga ante el Llagostera en Copa están entre las posibles medidas.