Gregorio Puy acudió dos horas a Sabiñánigo desde Barbastro para acompañar a su amigo Antonio Gistaín, que iba a competir en la prueba serrablesa. Ambos son dos históricos de las carreras populares en Aragón. Puy rumiaba su disgusto en las calles de la localidad oscense. «No entiendo como hacen dos medios maratones del nivel de Zaragoza y Sabiñánigo en dos fines de semana seguidos. Son dos de las mejores carreras en Aragón y no se a quién se le ha ocurrido esta brillante idea», explicaba con ironía este veterano de 54 años de edad.

Puy y Gistaín compitieron en la prueba organizada por los Grupos de Montaña Sabiñánigo en sus años dorados. Eran los finales del siglo pasado en los que competían los mejores fondistas de España y luchaban a cara de perro con los africanos. Pero hoy la histórica prueba que este año alcanzaba su edición 43ª está de capa caída. A la línea de meta llegaron 79 atletas cuando una semana antes alcanzaron la plaza del Pilar casi 3.000 fondistas. La organización ha intentado mitigar el bajón participativo incluyendo el 10K. Este año corrieron 94 participantes con victoria para David Fumanal con 33.17 y Erica Villa en 41.01.

Nacho Arilla intentó animar desde la megafonía una carrera desangelada. El locutor se gustaba y se oía su voz desde todas las partes de la localidad. Mientras corrieron a la vez los fondistas de los 10K y el medio maratón hubo cierta animación. Pero una vez que acabaron los de la prueba corta se quedaron solitarios los llaneros de los 21.097 metros. Cuando pasaron Alberto Sábado, Alberto Puyuelo y Víctor Puyuelo por el kilómetro 17, los tres de cabeza, discurrían minutos hasta que pasaban los siguientes corredores en total soledad. Primero el marroquí Jaouad Boualame, al que le separaban más de 300 metros del quinto, Rodrigo Ares, y el veterano Juan Carlos Apilluelo, que perdía dos minutos sobre el atleta que le precedía. El trayecto por el polígono industrial y la antigua carretera en dirección a Jaca sin aficionados era desolador para los sufridos fondistas.

Pero José Ramón Buesa, una atleta popular, es fiel a la prueba altoaragonesa. «Es la cuarta vez que vengo aquí. Me gusta el paisaje, soy de Laspuña y me siento aquí como en casa. Pero hay momentos en que te sientes un poco solo en carrera», decía Buesa. Víctor Puyuelo repitió el triunfo de Zaragoza de una semana antes y dejó a su hermano Alberto en las calles de Sabiñánigo. Ganó con 1.09.12. María José Pueyo venció en su casa. Hizo de liebre de su grupo de 20 atletas y ganó con 1.30.34. Y lo mejor es que sus colegas le regalaron una carpa roja finalizada la carrera.