Diez años atrás la Sociedad Deportiva Huesca salía en una tarde mágica en Écija de la Segunda División B. El curso pasado avisó entrando en la promoción de ascenso por primera vez en su historia y, esta temporada, pocos contaban con los altoragoneses. En este trayecto de 42 jornadas que es la Segunda División a los azulgranas solamente les queda un último paso, un postrero esfuerzo para alcanzar algo que es algo más que un sueño, porque ya casi es real. Lugo es la estación en la que el Huesca puede certificar su ascenso a Primera División.

En este largo y tedioso camino que supone la categoría de plata hay momentos de alegría y de sufrimiento, de saborear el triunfo o de desquicio. La Sociedad Deportiva Huesca está viviendo un curso repleto de dulzura, pero queda saborear lo más bonito, lo más precioso y algo que, en caso de triunfo en el Anxo Carro, será historia. Nunca antes ha estado el club azulgrana en Primera. De hecho, la categoría en la que más ha militado históricamente ha sido la Tercera División. Un frío dato que da buena cuenta del milagro oscense, cimentado principalmente en la humildad y el trabajo.

La derrota del Sporting de Gijón en Tenerife, la tercera consecutiva tras caer ante el Real Zaragoza y el Barcelona B, solamente ha sido el último empujón que necesitaba un equipo cuyo gen ganador, buen juego e intensidad en cada partido ha conseguido que toda una ciudad esté a punto de vivir un ascenso histórico y, al menos, una campaña en la élite de las que nunca se olvidarán. Y quién sabe, puede ser la primera de muchas más.

Al Huesca no le vale empatar para conseguir el ascenso matemático de categoría en Lugo, está obligado a vencer para certificarlo, pero aún así es cuestión de tiempo que el Huesca lo logre. Si no se traen los oscenses los tres puntos y la alegría al menos saben que tienen dos oportunidades más, ante el Nástic de Tarragona y el Real Oviedo. Además, el Sporting debería ganar todo. Por si acaso, por lo que pueda pasar, y si no que le pregunten a Rubi de su etapa en el Girona, mejor sellarlo a la primera.

CON TODOS

Lo que funciona no se toca y eso lo tiene muy claro Rubi. Tiene a toda la plantilla disponible para el trascendental encuentro de hoy en Lugo. Todo hace presagiar que el técnico de la Sociedad Deportiva Huesca repetirá el once de gala, el mismo que empató la semana pasada ante el Alcorcón en El Alcoraz.

La principal duda, como es habitual durante la campaña, reside en la línea de mediapuntas. En principio volverán a jugar Moi Gómez, Chimy Ávila y Ferreiro, que vuelve a jugar ante su exequipo, aunque Álex Gallar está en la recámara.

La línea defensiva es fija para Rubi y jugarán Remiro, Brezancic, Jair, Pulido y Alexander González. Melero acompañará a Aguilera en el doble pivote y arriba estará el Cucho Hernández, el estilete y el hombre gol de este Huesca.

En el Lugo poco tienen que rascar en lo que resta de temporada. Ya no pueden alcanzar ni la promoción de ascenso ni pueden descender a Segunda División B, así que solamente les queda tirar de orgullo e intentar ganar los tres partidos que les restan para darse una alegría a ellos mismos y a la afición.

Una baja muy sensible para Francisco será la del capitán Carlos Pita. En las últimas jornadas, con el cambio de sistema, el centrocampista había actuado en el medio y en el eje de la defensa y tanto él como Campillo no podrán ser de la partida por sanción.

En principio Francisco tampoco moverá el esquema de juego que lleva poniendo sobre el césped en las últimas semanas. José Carlos, Josete y Bernardo formarán una tripleta de centrales y estarán apoyados en los laterales por Luis Ruiz y Lemos. El centro del campo lo ocuparán Azeez y Seoane con Jaime Romero y Sergio Gil de interiores y arriba estará o Cristian Herrera o Escriche, aunque la última buena actuación del ariete canario en Almería hace que parta con ventaja.

El Huesca puede ser el primer equipo que certifique el ascenso a Primera División en esta temporada y no estará solo en el Anxo Carro. La afición le apoyará tanto en Lugo como desde la distancia, desde Huesca. No es para menos, porque los azulgranas pueden hoy hacer historia.