Once años después, como si el tiempo no hubiera pasado, Luisa Larraga volvió a coronarse campeona de España de cross largo. Fue en Vitoria, donde realizó una espléndida exhibición de fuerza. El triunfo de Larraga fue la punta de un iceberg de conquistas en el que Aragón, en el momento más crítico y complejo para su Federación, logró un hito también histórico. En categoría masculina, fue bronce en el cross corto gracias a la sensacional actuación de Roberto García, que terminó cuarto, y de su hermano Carlos, que concluyó octavo. Fue un día mágico para el atletismo aragonés y también para un entrenador, Andrés Moreno, cuyos deportistas abanderaron el espectacular balance de la comunidad autónoma. El cross largo femenino se disputó sobre un recorrido llano de 8.000 metros de hierba muy blanda. La prueba, que empezó tirada por Tere Recio y Beatriz Santiago, terminó convirtiéndose en un monólogo de Luisa Larraga, que dejó la compañía de sus contrincantes gracias a que impuso un tren fortísimo al paso por el cuarto kilómetro. Desde ese punto hasta el final de la carrera, a Larraga no se le volvió a acercar ninguna de sus rivales. Sólo Rocío Ríos, en la última vuelta, inquietó un poco a la aragonesa que, de todos modos, cruzó la línea de meta con una ventaja de cuatro segundos sobre la atleta asturiana. "Estoy muy contenta. Esta victoria se la dedico a mi marido Toño, a mi familia y a mi entrenador", comentó Larraga tras la prueba, justo antes de esbozar las claves de su espectacular triunfo. "Ha sido al final de la segunda vuelta cuando mi entrenador me ha dicho que tirara, aunque yo me he esperado un poquito. He tenido controlada totalmente a Rocío Ríos y sabía que si se me acercaba no pasaba nada porque tenía fuerzas suficientes", apuntó. El triunfo de Luisa Larraga fue también un viaje al pasado. Allá por 1991, la atleta de Andrés Moreno, con el que lleva entrenándose 21 años, ya subió a lo más alto del cajón. Ayer lo hizo de nuevo. "Creo que el tiempo no ha hecho mella en mí", dijo Larraga, que soportó sin ningún sufrimiento la responsabilidad de partir como favorita. Tras su estela inconfundible, entraron Rocío Ríos, una sorpresa, y Beatriz Santiago, que volvió a quedarse a las puertas del título. El éxito de Larraga no fue el único que ayer sumó en Vitoria el atletismo aragonés. Hubo más y de un gran relive. Quizá por inesperado, el bronce que obtuvo el equipo masculino en la carrera de cross corto (que se disputó sobre una distancia de cuatro kilómetros) tuvo mejor sabor. El equipo aragonés, compuesto por Roberto García (cuarto), Carlos García (octavo), Rubén Villarroya (decimocuarto) y Rachid Damoun (cuadragésimoquinto), consiguió también subir al podio y colgarse el bronce. Roberto García, también pupilo de Andrés Moreno, realizó una magnífica carrera, se mantuvo con el cuarteto de cabeza hasta el último instante y acabó en el cuarto lugar de una prueba que ganó Antonio Jiménez Pentinel, Penti . García, superó, por ejemplo a Fermín Cacho, que sólo pudo ser sexto. "Estoy contento, aunque la pena es que no haya podido coger una medalla". Tanto Luisa Larraga como Roberto García consiguieron además el billete para el Mundial de Dublín. La magnífica participación aragonesa se completó con el octavo puesto de Raquel Miró en la carrera juvenil femenina. Hoy se celebra el cross corto femenino, con Luisa Larraga; el largo masculino (Lázaro Vicente y Redouan Benharafa) y las carreras juniors, con Javier Mariño, Mohamed Sellak e Isabel Macías.