No hace falta irse al Pirineo o a la costa del Mediterráneo para pasar este puente de la Virgen de agosto. En la capital aragonesa también se pueden disfrutar de unas baratas y atractivas vacaciones. Hay lugares muy recomendables en los alrededores de Zaragoza para realizar excursiones sencillas y bonitas. Mientras la ciudad estará semi desierta, podemos conocer lugares desconocidos y que están muy cerca de nuestra propia casa. Son recorridos para grandes y chicos que se pueden realizar en media jornada por recorridos llanos y poco exigentes.

Dos de los lujos de Zaragoza son el Canal Imperial y el Ebro, que se pueden enlazar con el punto intermedio del barrio de La Cartuja Baja. Son cuatro horas de andada por un recorrido cultural y natural que comienza en el barrio de Torrero, en el puente de América, y finaliza en el puente del ferrocarril, en las orillas del Ebro. Es recomendable llevar para la excursión ropa ligera, una botella de agua, gorra, gafas, crema solar, puesto que durante estas fechas el sol castiga con fuerza, y un calzado ligero y cómodo para andar por un recorrido que es en dos de los tercios de pista.

El primer gran protagonista es el Canal Imperial de Aragón. Es una de las obras hidráulicas más importantes de Europa. Es un canal de riego y de navegación de 110 kilómetros construido de 1776 a 1790 entre Fontellas (Navarra) y Fuentes de Ebro. Su construcción tenía como objeto mejorar el regadío de la antigua Acequia Imperial de Aragón, llevando el agua del río Ebro hasta Zaragoza y permitiendo extender el regadío en la región.

El recorrido transita por asfalto en el tramo derecho del canal y por tierra en el izquierdo. Pasa en sus primeros metros por el pabellón Pepe Garcés, el Parque de la Paz y las instalaciones del Montecarlo Unión Deportiva. Tras una hora larga de andada llegamos a los pinares de Valdegurriana. Un poco más adelante llegamos a las esclusas de Valdegurriana. Son cuatro y tienen un salto total de 13 metros. Con una esmerada construcción en sillería, actualmente no están en uso. A la entrada de estas esclusas se encuentra la Almenara de San Bernardo, que se ocupaba de las compuertas y la distribución de agua para el riego.

Después la pista desciende ligeramente, llega a la residencia de animales de Las Jaras y dice adiós al Canal Imperial para buscar la Cartuja Baja tras cruzar la carretera de Castellón. Hemos llegado a la mitad del recorrido. La joya más conocida de La Cartuja es el monasterio de la Inmaculada Concepción, construido 1.651. Podemos recuperar fuerzas en uno de los bares del barrio y después buscar el Ebro. Tras superar unos campos de cultivo llegamos al Camino Natural de la Alfranca. Nos quedan seis kilómetros para terminar la excursión.

Andamos por la orilla derecha del río en un paisaje de sotos y bosques de ribera, mientras vislumbramos entre la maleza el río Ebro con sus galachos o meandros abandonados. El Ebro tiene ahora una tonalidad verdosa y está invadido por las algas. A nuestra derecha, la vegetación adquiere una apariencia selvática e impenetrable. Los sauces aparecen en primer lugar junto al agua, seguidos de los álamos y chopos. En un lugar más alejado de la orilla se encuentran los olmos. En el suelo se desarrolla un enmarañado sotobosque de zarzas y plantas trepadoras.

Este camino es ideal para practicar la bicicleta de montaña, realizar carrera a pie o simplemente andar. Se corre el peligro que pase algún coche a toda velocidad dejando una gran polvareda a su paso. El Camino Natural de la Alfranca tiene tres áreas de descanso desde La Cartuja hasta Zaragoza. Cuenta con mesas, bancos, fuentes, papeleras... Pero desgraciadamente se encuentra en estado de semi abandono.

A una hora del final de la excursión llegamos al escorredero de San Antonio, que recoge las aguas sobrantes de los campos regados por el Canal Imperial de Aragón. Pasamos por debajo del puente del Cuarto Cinturón. Cada vez nos encontramos más cerca de Zaragoza. A lo lejos vislumbramos los edificios del barrio de Las Fuentes y el puente del ferrocarril. A nuestra derecha se deja ver entre la vegetación el Ebro. A la izquierda campos de cultivo con maizales y acequias para llevar el agua a las huertas. Llegamos tras cuatro agradables horas de camino hasta Las Fuentes.