El Real Madrid perdió su primer partido de la temporada, además del liderato, y queda tocado para el clásico después de que el Sevilla le diera un repaso en la segunda mitad y le endosara un 3-2 que bien pudo incrementarse para devolverle la alegría que tenía perdida. El conjunto sevillista le devolvió al Barça el favor que le hizo hace un mes al Madrid al ganar a los azulgranas (2-1) y ahora deja a los dos colosos para que se midan en el Bernabéu.

Los visitantes salieron muy enchufados, con un férreo control en el centro del campo que maniató a un rival, que dispuso poco del balón y que solo confió en cerrarse ante su meta Sergio Rico. Así, el Real Madrid apretó y ya a los diez minutos Cristiano Ronaldo lo intentó por primera vez, después Nacho estrelló un zapatazo en un poste y a la tercera Sergio Ramos, en un acrobático remate de chilena, puso el 0-1 a la salida de un córner.

Veintidós minutos tardó el equipo del técnico madrileño en adelantarse en el marcador y tener la posibilidad de jugar ya sin la presión de abrir la lata. Pareció que la formación hispalense despertó ante el contratiempo y también después de que Sergio Ramos tuviera que dejarle su sitio a Raphael Varane al quejarse de un hombro al caer mal en la jugada del gol.

En la segunda parte pareció que la formación andaluza había perdido sus complejos y el ucraniano Yevhen Konoplyanka y el argentino Éver Banega se lucieron ante un adversario al que le costó mas manejar la situación pese a que siempre quiso ser protagonista con el balón. El juego en el centro del campo se igualó en la lucha de N'Zonzi y Krychowiak ante Kross y Casemiro, hasta el punto de que una gran jugada del habilidoso Konoplyanka e Immobile fue culminada por Banega en el 2-1. El empate no llegó y sí una contra sevillista que se tradujo en el 3-1 con remate de cabeza Fernando Llorente.