Los números dicen que si el Madrid tuviera que elegir un rival al que recibir en el Bernabéu sería el Espanyol, que lleva 21 años y 23 partidos sin vencer allí. Pero el buen momento del conjunto blanquiazul hace que el vestuario perico vea el partido de hoy (20.45 h) como «una oportunidad». «Es un buen estadio para intentar demostrar que somos competitivos», explicó su técnico, Quique Sánchez Flores.

Y el Espanyol se le da muy bien a Ronaldo. Contra este enemigo acabó la sequía de siete partidos sin marcar que le atormentaba a mediados de septiembre del 2015. El día 12 de ese mes fulminó al equipo blanquiazul con cinco de los seis goles que el Madrid endosó al cuadro catalán en Cornellá-El Prat (0-6). Cuatro meses antes, también en el estadio perico, el portugués había conseguido tres de los cuatro tantos de su equipo (1-4), que no valieron para evitar que el conjunto madridista se despidiera del título de Liga ese 17 de mayo.

Cuatro meses y medio después del histórico repóquer, volvió a marcarse otro triplete, ya con Zidane en el banquillo blanco, en la penúltima visita del Espanyol al Bernabéu (6-0). A la última, el pasado 19 de febrero, Diego López acudió muy mosqueado por la puntería de Ronaldo ante los blaquiazules, pero esta vez se libró de que engordara la estadística a su costa. No evitó, sin embargo, que Morata y Bale firmaran una nueva victoria madridista (2-0).

Esta noche vuelve el cuadro catalán a Chamartín y se encontrará a un Cristiano ansioso por arreglar sus números en la Liga, donde hasta el momento no ha conseguido estrenarse. Tras su mala tarde ante el Betis en la primera derrota del Madrid del curso, siguió sin puntería frente al Alavés, pero se serenó con sus dos goles al Borussia Dortmund en Champions. Y aprovechó para emplazar a Florentino Pérez para que le mejore el contrato.

BALE, BAJA CASI SEGURA

Zidane no quiso ayer entrar en esa cuestión. «Le veo bien. Lo que más le interesa a Cristiano es estar en el campo, jugar y marcar. No me meto en eso. Es algo entre el club y él y no creo que vaya a haber problemas», se limitó a decir el técnico francés, que suspira por los goles de su estrella para acabar con la racha negativa del Madrid en el Bernabéu en la competición liguera —dos empates y una derrota—. No puede volver a tropezar si no quiere empezar a olvidarse de alcanzar al Barça. El técnico francés sigue sin poder contar con los lesionados Benzema, Marcelo, Kovacic y Theo y no quiso dar por descartado a Bale, pese a que ayer el galés siguió sin entrenarse con el resto del grupo debido a la sobrecarga muscular que arrastra desde el partido contra el Borussia. Aclaró, sin embargo, que no tiene intención de correr ningún riesgo.